
Matador de toros que nació el 16 de agosto de 1966, en Madrid. Mató el primer becerro el 1 de mayo de 1982, en Arroyomolinos (Madrid), y que viste de luces por vez primera, en novillada sin caballos, el 14 de mayo de 1984 en Parla (Madrid). Participó en la función sin picadores celebrada el 5 de febrero de 1987 en Valdemorillo (Madrid), en la que cortó una oreja de una res de la ganadería de Alfredo Quintas, en presencia de sus compañeros de cartel Marco Girón y David Oliva. Tres años más tarde debuta con los del castoreño. Es el 6 de septiembre de 1987, en El Álamo (Madrid), a cartelado con Francisco Javier Gallegos, que más tarde se anunciaría Javier Vázquez, que también alternaba ese día por vez primera con caballos, y novillos de don Mariano de León Palacios. Finaliza esa temporada con dos novilladas picadas. Este año viaja a América y torea por vez primera en aquel continente, el 22 de octubre, en Quito (Ecuador), con Raúl Torres y Antonio Campana de compañeros. Los novillos que lidió pertenecían a las divisas de Santa Rosa de Santo Domingo. En 1988 torea mucho. Comienza el 4 de febrero, en Valdemorillo (Madrid), y termina el 30 de septiembre, en Arnedo (La Rioja). Entre ellas está la de su presentación en Francia, el 7 de agosto, en Istres, con El Boni y Pedro Vicente Roldán, en novillada concurso de ganaderías. Le corresponde matar el tercero y el sexto, de los hierros de Mr. François André y Mr. Laurent Fano. Ya en esta época destaca en su forma de torear la manera de bajar la mano con la franela, lo que le permite someter mucho a los novillos. Termina sumando treinta y una novilladas, dos de ellas en Francia.

En 1989 torea un número parecido de novilladas, veintiséis en total, tres de ellas en Francia, y entre ellas está la de su presentación oficial como novillero con picadores en Madrid. Ya lo había hecho la temporada anterior, el 12 de marzo, en el festival a beneficio de ANDE, pero vestido de corto. En esta nueva ocasión, el 1 de mayo, alternando con Julián Maestro, que después de matar su segundo novillo obligó a que le cortaran la coleta, y Carlos Neila, que también se presentaba, en la lidia de novillos de la ganadería de El Álamo. Su primer novillo se llama Zamorieto, estaba marcado con el número 54 y es negro bragado y meano de capa. Mala salió la novillada de El Álamo y Zamorieto no fue una excepción, pero Miguel evidenció que sabía torear. Sufrió todo tipo de agresiones de él y al final le alcanzó, propinándole un puntazo. Salió para matar el quinto novillo, segundo de su lote, al que aguantó con valentía, bajándole la mano y sometiéndole. Se ganó la vuelta al ruedo. Su temporada, excepto algunas salidas, como la de Barcelona, el 26 de febrero, fecha en la que allí se presenta; Tarragona, el 9 de julio; Arlés, el 16 de julio, y Valencia, el 24 de julio, se ciñe a la región centro en plazas de menos importancia, pero se le ve en Villa del Prado, Cadalso de los Vidrios y Arnedo y em tres ocasiones en Las Ventas de Madrid. Parecida temporada plantea en 1990, en la que hace veinte paseíllos, con tres tardes en Madrid y una, la primera del año en Barcelona. En Humanes (Madrid), el 18 de septiembre, torea su última novillada. Alterna con Manuel Caballero y Julián Zamora, con el rejoneador Javier Mayoral, y cortando una oreja al primero de su lote, que, como el resto de los lidiados, pertenece a la divisa de la señora de don Alicio Tabernero de Villanueva de Cañedo. Nada más comenzar la temporada de 1991 recibe la borla de doctor en tauromaquia, el 30 de marzo, en Arenas de San Pedro (Ávila), con una res de la ganadería de doña María Auxilio Holgado, de nombre Cara sucia, marcada con el número 21, negro y con un peso de 430 kilos. Fue su padrino el diestro José Miguel Arroyo, Joselito, y completó el cartel Rafael Camino. Vistió de blanco y oro con remates negros. Como en temporadas anteriores de novillero, los once festejos en los que interviene son en la región central. Ocho corridas de toros mata en 1992, con el mismo denominador común de ser en plazas próximas a Madrid, lo que yo creo que no beneficio al torero, ya que sus buenas condiciones no son conocidas fuera de una zona muy próxima a la capital. Su anterior alternativa la confirma en Madrid el 26 de abril. José María Plaza oficia de padrino, en cartel que completa Julio Norte. Mata en primer lugar el toro Confuso, marcado con el número 31, negro de capa y de 545 kilos de peso, de la ganadería de don Julio A. de la Puerta y Castro. La corrida cinqueña puso en apuro a los jóvenes matadores, pero fue Miguel quien puso lo mejor de la tarde, con unas buenas verónicas al sexto ejemplar, un grandullón que pesaba 603 kilos.

Comienza muy bien el año 1993 cortando cuatro orejas y un rabo en Cadalso de los Vidrios, el 20 de marzo, en la segunda corrida en la que intervenía. Pero como en las anteriores, sigue demasiado centrado en la zona de Madrid. En la capital torea cinco tardes, y deja ver en sus cuatro primeras actuaciones constancia de sus excelentes cualidades y el gusto de volver a verle. Pero fue en la quinta, en la última corrida de su campaña, el 3 de octubre, cuando triunfó en Las ventas. Alternó con Manolo Cortés y Luis de Pauloba. Fue con Yegüizo I, número 31, negro bragado y meano, de 598 kilos, que llevaba el hierro de doña Dolores Aguirre Ybarra y que, como el resto de la corrida, lucía un impresionante trapío. Estuvo muy valiente en el último tercio, ya que Yegüizo I se paraba una enormidad. Bajó mucho la mano, sometió cada embestida del ejemplar de doña Dolores y con la espada estuvo colosal. Se fue detrás del acero, e hizo perfectamente la suerte, con la mirada fija en el toro, en uno de los volapiés más perfectos y emotivos que recuerdo. Una estocada que valía por sí sola, como así fue, una oreja. En el quinto volvió a jugarse la vida. De nuevo bajó mucho la mano, pero el toro no terminaba de entregarse y sobrevino el percance. Fue muy aparatoso. Sufrió innumerables erosiones y una fuerte conmoción cerebral. En 1994 le apodera Manolo Lozano. Arranca su campaña en Valdemorillo, el 6 de febrero, y cuando finaliza ha sumado un total de veintisiete corridas, cuatro de ellas en suelo galo. Otro paseíllo en marzo, en Fuenlabrada, y, enseguida, el 3 de abril, primera comparecencia en Las Ventas, en que da una vuelta al ruedo cuando dobla su segundo astado, del hierro de La Cardenilla. En San Isidro actúa el 14 de mayo, con toros de Peñajara, y es aplaudido en ambos, en tarde que con él desfilan Alejandro Silveti y David Castro, Luguillano. Tras una actuación en Vic-Fezensac, de nuevo Madrid, esta vez con victorinos y Luis Francisco Esplá y Óscar Higares en el cartel y, como convidado de piedra, un molesto viento que no permite que el madrileño se acople con sus dos astados. Después, El Tiemblo y Alicante, donde corta una oreja a un ejemplar de don José Escolar. Pero lo que va a marcar su temporada es la tradicional Gran Corrida Extraordinaria de la Beneficencia de Madrid. Este año los beneficios se destinan a diversas ayudas humanitarias en Mostar (Bosnia). Los toreros se ofrecen a torear desinteresadamente y el cartel, después de descartar otros ofrecimientos, queda compuesto por Miguel, Javier Vázquez y Pepín Liria, a los que van a proceder en el paseíllo los rejoneadores hermanos Domecq, que matarán un toro de Torrestrella donado por ellos mismos. Los astados de lidia a pie pertenecen a la prestigiosa ganadería de don Samuel Flores. Un público frío no valoró suficientemente su actuación en el primero, quizá por ser un toro algo cariavacado, aunque lucía una impresionante cornamenta.

En el cuarto, flojo de remos y protestado, soso en el último tercio, tampoco pudo hacer demasiado, aunque se le reprochó el bajonazo con el que acabó su faena. Esta ausencia de triunfos en Madrid condiciona el resto de la temporada y se ve fuera de las ferias en las que podía haber participado en caso contrario. Aunque corta una oreja en Soria y en Orthez, dos en Pedro Muñoz y Soto del Real y otra más en Dax, no es suficiente para enderezar una temporada que tenía que ser definitiva en su carrera. Gran tarde en Toledo, con un toro de La laguna y otro de la señora viuda de don Francisco Martínez Benavides. En Cenicientos (Madrid) también es gran día y en la mayoría de la tardes en las que torea. De los diez paseíllos que aún le quedan por hacer, en ocho toca pelo y en siete de ellos sale en hombros, pero los escenarios, Cuéllar, Moraleja de En medio, Cercedilla, Navacerrada, Bargas, Consuegra y Anchuelo, no son localidades en las que los triunfos se valoren. Sin embargo, el 25 de septiembre, en Valladolid, con toros de La Cardenilla, muy serios, ásperos, correosos, se manifiesta con toda la técnica que atesora, los domina y los mata por arriba con dos soberbias estocadas. Una oreja de cada uno de ellos llega a sus manos, y demuestra que en cosos importantes puede hacer lo mismo que en los otros. Remata la campaña de 1994 en Madrid, en la feria de Otoño, el 2 de octubre, con toros de doña Dolores Aguirre Ybarra, pero el apetecido éxito no llega. Reúne condiciones este diestro madrileño para situarse en puestos mejores, pero las oportunidades de Madrid, que por unas u otras causas se escapan, se empiezan a volver contra él. Sus cinco primeros paseíllos en 1995 son en cosos de primera categoría, y arranca en Barcelona, el 7 de mayo, y logra una merecida oreja después de pasaportar a un astado de doña María Olea Villanueva, en tarde que compartió cartel con Tomás Campuzano y Fernando Cámara. Después, tres actuaciones en Madrid. La primera, el 13 de mayo, con toros de Peñajara, primera del abono de San Isidro y con Fernando Cámara y Cristo González de compañeros. Se le ovaciona cuando doblen sus dos toros. Vuelve en la novena corrida de la feria del largo San Isidro, con Niño de la Taurina y Domingo Valderrama en el cartel y toros del señor conde de la Corte. Mata el primero de su lote con este hierro, pero el segundo pertenece a la divisa de La Cardenilla. Ha salido como sobrero y desde que se abrió de capa, como en el otro, se le ve muy decidido y se aplaude muy fuerte la sabia lidia que está dando a este complicado toro. En el último tercio aguantó muy quieto las embestidas al paso del de La Cardenilla y sus miradas a los muslos y al pecho. Se entregó Miguel y se expuso a la cornada, que felizmente no llegó. Dominó al astado y por eso al final de la faena pudo dar unas series muy artísticas y vibrantes, con las que terminó por hacerse con el público. En terrenos de toriles entró a matar muy derecho y dejó una estocada arriba, que precisó de un golpe de verduguillo. Muy merecida la oreja que le concedieron, en una de sus mejores actuaciones en Las Ventas. De nuevo hace el paseíllo en Madrid el 2 de julio, para matar una corrida de Cernuño, con Pepín Jiménez y Juan Carlos García, que confirmaba, de compañeros. La faena al segundo de su lote, Porterito se llamó, es acreedora de una oreja, segunda de las que corta este año en Madrid, coso al que ya no volverá hasta el 1 de octubre, en la feria de Otoño. El conjunto de esta actuación veraniega merece el siguiente titular en ABC: <<Miguel Rodríguez, espartano y heroico, cortó una oreja y bordeó la puerta grande>>. También El Mundo se expresa de manera parecida: << La oreja con sangre entra. Trofeo heroico para Rodríguez…>>, y es que con la mansada de Cernuño se la jugó, hasta el punto de ser prendido por el primero de su lote, aunque por fortuna pudo salir de la enfermería para matar al que cortó la oreja. Su quinto paseíllo es en Pamplona, y con miuras, el 8 de julio. Destaca en su actuación con los toros de la legendaria divisa su condición de buen muletero y se le ovaciona con justicia cuando termina su labor en cada uno de su lote. Un descanso relativo. Pues mata una corrida de don Juan Luis Fraile en Benidorm y el séptimo contrato es otra vez en Barcelona. En agosto, el día 15, en la corrida del día de la Virgen de los reyes, tiene una importante cita en el sevillano coso de la Real Maestranza de Caballería, donde alterna con Manili, que sufre una grave cogida, y Pepe Luis Vargas, para matar una corrida de don Joaquín Barral Rodríguez. Tuvo una gran actuación y <<mereció mejor trato por parte de la presidencia>>, dice ABC de Sevilla, Baja en intensidad la temporada desde este momento, pero los triunfos de Miguel continúan, y sale en hombros de Medina del Campo, Ponferrada, Colmenar de Oreja, Fuensalida y triunfa el 15 de septiembre en Nimes (Francia) con un ejemplar de la divisa sevillana de Manolo González. Punto y aparte merece su tare en la feria de Valladolid, el 18 de septiembre, con toros de Herederos de don José Cebada Gago, a los que envía al desolladero sin una oreja al primero y sin las dos al segundo, y revalida su triunfo del año anterior. Con una salida en hombros en Humanes, la ya citada cuarta actuación en Las Ventas y el paseíllo el 15 de octubre en Ávila dice adiós a la campaña. Ha toreado veinte corridas, una en Francia, y mantiene intacto su cartel. Sigue siendo una esperanza de consolidación en figura del toreo. En México se había presentado unos días antes, el 8 de octubre en Guadalajara, para alternar con David Silveti y Manolo Mejía, y estoquear toros de don José Julián Llaguno. Volvió al siguiente día 22 y todavía antes de finalizar el año. Toreó su tercera corrida en esa plaza el 26 de noviembre. Desde entonces, su temporada pasa por los compromisos en las plazas importantes, en las que no le sonríe la suerte con ganaderías de las consideradas duras. El 10 de julio de 1999 corta una oreja en Pamplona a un toro de Adolfo Martín. El año 2000 comienza con buen tono, con dos orejas cortadas en Manizales el 6 de enero, ante toros de Guachicono. En España, corta una oreja el 13 de agosto en Barcelona, a un toro de Francisco Galache. Tras varios años sin suerte en Las Ventas, el 22 de abril de 2001 da una vuelta al ruedo tras una buena faena a un toro de Herederos de Félix Hernández Barrera. Repetirá el mismo premio el 19 de agosto, esta vez tras una faena a un toro de Hernández Plá. En 2002 desciende su número de contratos y, con ello, su número de trofeos; tan solo torea 15 tardes. En 2003 no se viste de luces y en 2004 torea una sola tarde, en Moraleja de Enmedio. Es el último festejo que consta en su estadística.
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