HISTORIA DEL TORERO

Abel Murillo

3.595 de Biografía de toreros, constando explícitamente las de cuantos recibieron la alternativa de matador, además de cuantos novilleros y subalternos se han considerado notables hasta el día de hoy.

Historia de la A a la Z

El contenido de la presente obra escriba y cabalga al hilo de QUÉ es qué, QUÉN es quién, CÓMO es todo en la Tauromaquia, en sus múltiples facetas históricas, técnicas y culturales. Con la larga, rica y variopinta andadura a que la Tauromaquia ha dado lugar hasta nuestros días. Con los límites obvios también y el ahorro tan humilde cómo clarividente de muchos nombres, temas tal vez -sobre todo en cuanto a la extensión de su desarrollo, que la misma pauta y longitud de su trayecto imponían.

Mucho, sin embargo y también, ha quedado recrecido, enriquecido y expresado, de forma que el amigo consultante o lector de esta Web agradecerá, en los 117 Cuadros y Gráficos de síntesis, pero con abundantísima y clara noticia; en las 3017 Ilustraciones, en fin, que acompañan al texto.

historia del torero figura 1

Ser aficionado a los Toros

Abel Murillo Adame

Creo que mi afición a los toros es fácil de sentir, pero difícil de explicar. Quienes tuvimos la suerte de asistir desde niño a corridas de toros, hemos podido indefiniendo nuestros gustos y preferencias a través de más de 30 años. Haber visto a figuras como Curro Romero, Antonio Biemvenida, Antoñete, Antonio Ordóñez, Sebastián “Palomo” Linares, al “Niño de la Capea” o a José Mari “Manzanares”, cuando éramos  muy jóvenes, y luego ver hacer el paseíllo a Paco Ojeda, a Enrique Ponce, a Julián López “El Juli”, y no olvidemos a ese maestro, que lo fue Rafael Rodríguez Pérez “Rafael Torres”,  gran amigo mió, todo esto nos ha ido cuajando como aficionados de verdad.

Los toros son una expresión. Y para emocionarse frente a cualquier objeto artístico, se requiere de algo en nuestro interior, eso que nos eriza los vellos de la piel, eso que nos seca la garganta y eso que humedece nuestros ojos. Eso que hace que nuestro corazón se agite, que saltemos de nuestro asiento, que nos impulse a aplaudir a rabiar. Eso se llama PASIÓN. La afición por los toros es una pasión. Si usted no se emociona en una plaza de toros, entonces váyase al fútbol, porque ser aficionado es vivir con toda la fuerza del corazón la pasión por los Toros.

Quiero distinguir que ser verdadero aficionado a esta Fiesta maravillosa, exige un fuerte compromiso de cada uno de nosotros hacia ella. Debemos estar enterados de todo lo que acontece el mundo taurino, a pesar de no ser periodistas ni críticos taurinos, un aficionado debe estar al día en la actualidad del mundo de los toros. Esto permitirá que sepamos cuáles son las ganaderías y los toreros más importantes del momento, y así, ir definiendo cada vez mejor nuestros gustos y preferencias. Y no solo eso. No debemos olvidar que los toros en España no se circunscriben únicamente a la plaza de Madrid. Asistamos en la medida de lo posible, ala mayor cantidad de eventos taurinos que el país nos ofrece. Hacerlo es divertido, ilustrador y en cierta medida, una gratísima obligación.

España es un país taurino. Y estoy convencido que lo será siempre, en virtud a lo arraigada que está la Fiesta Brava a todo nuestro folclore y costumbres populares. La tecnología de las comunicaciones en el presente siglo XXI, permitirá que se difunda cada vez más los verdaderos valores de nuestra Fiesta Nacional, y que seamos cada vez mayor número de aficionados a este incomparable espectáculo.

Abel Murillo Adame Cartel
Plaza de toros historia del torero