HISTORIA DEL TORERO

JOSÉ JUAN RODRÍGUEZ RIVERA (Juan Rivera)

Publicado el 21 de noviembre de 2023
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Matador de toros, y después banderillero, nacido en Elda (Alicante) el 26 de diciembre de 1966, que en el transcurso de la temporada de 1983 tomó parte en un par de festejos con picadores, para colocarse en la siguiente en el primer puesto de la estadística de novilleros al totalizar cincuenta y tres salidas a los ruedos. Del largo rosario de éxitos que se apuntó en esta campaña pueden ser destacados el madrugador del 7 de febrero en Valdemorillo, con dos orejas de astados de la divisa del conde de Mayalde, en presencia de Luis Cancela y Luis Miguel Campano; el del 17 de marzo en Fitero, con un apéndice más, de reses de Daniel García, ante Aguilar Granada; el del 244 del mismo mes en Ontur, con un botín de dos orejas y un rabo cuando alternaba con Juan Palacios y Jaime Rocca en la lidia de tres novillos de la vacada de Benita Sanz y otros tres de la de Fernando Guzmán; el del 2 de abril en Iniesta, con los mismos trofeos, ahora de un ejemplar del hierro de Víctor Aguirre, delante del citado Rocca y de Marcos Valverde; el del 30 de septiembre en Talamanca de Jarama, donde, tras llevarse dos orejas y rabo de su primer enemigo fue cogido por su segundo, de la ganadería de Sánchez Flores, de escasa consideración; el del 18 de agosto en Almorox, donde le concedieron tres orejas de bureles de la divisa de Los Majadales, con Juan Carlos Arranz y Manuel Cascales de compañeros de terna; el del inmediato día 25 en Añover de Tajo, donde pasaron a su poder las cuatro orejas de los astados de la vacada de Gabriel Hernández que formaron su lote, lo que pudieron contemplar Emilio Oliva y José Luis Seseña; el del 17 de septiembre, con motivo de su presentación en el madrileño coliseo de Las Ventas, de Madrid, donde, en unión de Jaime Malaver y Jorge Manrique se enfrentó a reses de la ganadería de Daniel Ruiz, con el sobresaliente resaltado de cortar un apéndice en su primer oponente, mientras en su segundo daría una vuelta al anillo pese a haber sonado dos avisos presidenciales. Todavía debe mencionarse un nuevo triunfo, el del 26 de septiembre de ese  magnífico año de 1984, que logra en Algemesí al conseguir las dos orejas y el rabo de un pupilo del hierro de Felipe Bartolomé. Marcha a Perú en la invernada de 1984-1985, y torea el 21 de octubre en la limeña plaza de Acho un encierro de la divisa de Salamanca, junto a Martín Sánchez y Pablo Salas, y corta una oreja de su primer enemigo. No  pasaron de veintiséis los paseíllos que llevó a efecto en 1985, entre otros el del 9 de junio en su patria chica, de donde se lleva los máximos trofeos de un novillo de la ganadería de Sancho Dávila, en presencia de Ricardo Sevilla, Chicuelo de Albacete, y Manuel Díaz, Manolo; el del 10 de agosto en Iniesta, con idéntico número de galardones de reses de la vacada de Ortega Estévez, ante José Luis Bote; el del posterior día 15 en Guijuelo, con premio de tres orejas de cornúpeta del hierro del marqués de Albayda, con José Luis Ramos de compañero en la arena; el del 15 de septiembre en Arlés (Francia), donde, el en competencia con José Villarrubia y Juan Rico, gano el trofeo en disputa en aquella novillada de concurso de ganadería, y el del posterior día 22 en Algemesí, con tres orejas para el esportón de ejemplares del hierro de Salvador Guardiola. Retorna a Hispanoamérica para volver a actuar en Perú, y el 24 de noviembre de ese 1985, en aquella ciudad de Trujillo, corta cuatro orejas y un Rabo cuando alternaba con Rogelio Cervantes y José Castro en la lidia de La Huaca y otros tres de la de Salamanca. El 6 de junio de 1986, una vez más en su ciudad natal, le otorgan sus paisanos tres orejas y un rabo de novillos de la vacada de Aldeaquemada, y llega la fecha de su alternativa, que recibe en Madrid el 13 de julio de ese 1986, en la que salieron por los chiqueros cuatro toros de la ganadería de Martínez Uranga, uno de la de Alejandro García y el restante de la de César Moreno. El de la alternativa se llamaba Doctor, tenía el número 11, era negro, bragado, girón, chorreado y listón, pesaba 555 kilos y pertenecía a la segunda de las ganaderías citadas, y fue condenado a banderillas negras. Actuaron de padrino y testigo, respectivamente, del protocolo los diestros José Luis Feria, Galloso, y Lucio Sandín y el toricantano estuvo acertado casi toda la tarde, con el pero de escuchar dos avisos presidenciales en la lidia del astado que abrió plaza, y por lo tanto de su doctorado, al no acertar con la tizona. Participó en otras cuatro corridas de toros en tal temporada y seis en la posterior de 1987, en un interesantísimo momento de nuestra feria brava en el que las más recientes generaciones piden insistentemente paso para la renovación en la cabeza de su escalafón. Este Juan Rivera, que así apareció siempre en los carteles, todavía no ha dicho su última palabra y tiene condiciones para luchar por un puesto preeminente. Se mantiene en activo cuatro temporada más como matador de toros. En 1988 torea cinco corridas, la primera en la temprana feria de Valdemorillo y la segunda en Madrid, el 17 de abril, en busca de un puesto en San Isidro, que consigue, además de ser herido. Es esta corrida de la feria la tercera de su campaña, pero no le sirve para ese lanzamiento que necesita. Con una salida a los ruedos en Alicante y otra en Benidorm, donde corta la primera oreja de la temporada al último de su lote, cierra esta campaña de 1988. Hasta trece contratos suma en 1989, pero excepto un paseíllo el 13 de mayo en Valencia y el último de la temporada en Madrid, el 22 de octubre, sin que nada haya de excepcional que resaltar, el resto de los contratos son en plazas que nada dicen en los despachos. Una sola actuación suma en 1990, la última, la que a la postre sería la del adiós al escalafón de matadores. Fue el 15 de mayo, en Casas Benítez (Cuenca). Alternó con Pedro Lara y Sergio Sánchez y estoqueó un toro con el hierro de Hermanos Sánchez-Arjona y otro con la divisa de don Antonio Pérez de San Fernando. El primero se arrastró sin una oreja y el segundo sin las dos. Algún tiempo después decidió pasar al escalafón de los toreros de plata y azabache, en el que permanece actualmente.

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