HISTORIA DEL TORERO

ÁNGEL DE LA ROSA GONZÁLEZ

Publicado el 2 de diciembre de 2023
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Matador de toros que nació en Hellín (Albacete) el 6 de abril de 1971, aunque sus raíces están en Elche de la Sierra y se le considera valenciano, ciudad en la que ha crecido. Su padre, con el mismo nombre, fue novillero, y con toda probabilidad el ambiente familiar ejerció su influencia a la hora de elegir su profesión. Formó parte de la fructífera Escuela de Tauromaquia de Valencia. Viste su primer traje de luces en la plaza de Ondara (Alicante) en el año 1986. Tomó parte en el concurso titulado Monte Picayos Busca un Torero en su versión de 1986, en el que llegó a la fase final que tuvo lugar el 22 de marzo, y en la que fue clasificado en segundo lugar. Ya había intervenido en la anterior edición del mismo concurso, en el que lograra un meritorio tercer puesto. Toreó mucho sin picadores y con ellos debuta el 9 de agosto de 1990, en la plaza de Valencia, con novillos de Hermanos Sánchez-Arjona y con César Pérez y Luis José Amador como compañeros de cartel. Una cogida en Molina de Aragón (Guadalajara), en julio de ese año, retrasó su presentación con picadores, prevista para la feria de San Jaime. Con una repetición en el coso de la calle de Játiva, el 23 de agosto, y otra novillada, en Benidorm, el 26 siguiente, termina su primera temporada en el escalafón de novilleros. Apoderado por Pedro Merenciano, se sitúa en 1991 en los primeros puestos del escalafón, al intervenir en treinta y nueve novilladas, dos de ellas en suelo francés. Vestido de  blanco y plata, con el venezolano Erick Cortez y Antonio Borrero, Chamaco, de compañeros, se presenta en Barcelona el 30 de junio para matar novillos de  don Antonio Cabral d’Ascençäo. Su primer novillo se llama Victamino, es un negro mulato, con el número 74 en su piel, y tres su muerte se silencia su labor. Deberá salir Rosalito, también negro y con el número 60 herrado, para que le facilite un triunfo importante y el torero sea sacado en hombros de la plaza monumental barcelonesa. Pocos días después, en la feria de julio de Valencia, el día 23, quizá un presidente excesivamente exigente le impidió abrir de nuevo una puerta grande. El premio se quedó en la oreja del sexto. El torero reconoce que son dos tardes clave en su recién iniciada carrera, que esta tutelada técnicamente por el inolvidable Manolo Montolíu. El 8 de septiembre hace su presentación en la madrileña plaza de Las Ventas. Viste de champán y oro, con remates, y le acompañan en el paseíllo Luis José Amador y Julio Martínez, que también pisaban por vez primera la arena de Madrid, en festejo con picadores.

Su primer novillo, del hierro de Puerto de San Lorenzo, se llama Campanillo, está herrado con el número 78 y es negro listón de pinta. Su segundo burel llevaba la divisa de don Eugenio Frías Piqueras. Dice ABC de su actuación: <<sacó a relucir en su primer novillo unos finos modales, sobre todo a la hora de manejar la franela. Se queda quieto y lleva las embestidas con largura, aunque su labor resultó en conjunto algo fría. Anduvo por encima del soso sexto, noblote, pero corto de recorrido. Dejó también patente que sabe torear, pero al menos, por lo que hemos visto, precisa de echarle un pelín más de sabor>>. Suma novillada para ir haciéndose y participa en las importantes ferias de novilladas de Arganda del Rey, Algemesí, dos tardes, y Arnedo. Despide su temporada en Madrid, el 24 de octubre. No quiero dejar de señalar que en Francia actúa por vez primera, el 17 de marzo, en Magescq, con un novillo de cada una de las ganaderías francesas de Laget y Laurent Gauthier, con Fernando José Plaza y Pepín Liria de compañeros, vestido de carmín y oro, en tarde en la que se le ovacionó en sus dos novillos. Comienza 1992 toreando en Elche de la Sierra (Albacete), el 1 y 2 de febrero, y se llevó ocho orejas y cuatro rabos de los cuatro novillos que estoqueó. En 1995 solamente se ha vestido de luces en una ocasión. Es el preludio de una campaña triunfal, que tiene su primer hito en Valencia, el 21 de marzo, con novillos de Hermanos Sánchez-Arjona, a los que corta una oreja a cada uno de los que entran en su lote, y se abre la puerta grande, por la que sale en compañía de Paco Senda. Manolo Sánchez ha completado el cartel. Ocho días más tarde hace el paseíllo en Madrid con Javier Vázquez y el toledano Obdulio Pérez, que se presentaba en la capital, y a su primero, Tesugo de nombre, con el hierro de Peñajara, le corta una oreja muy merecida, ya que el novillo era un tío que buscaba las zapatillas desde que salió y que volteó espectacularmente al banderillero Felipe Flores al parear. Por el pitón derecho tenía mucho peligro, pero por el otro, tragando el torero, le sacó buenas tandas de naturales. Dos orejas en Murcia, el 18 de abril, y nueva puerta grande en Valencia, no sería la última, el 27 del mismo mes. De nuevo en Madrid, el 20 de mayo, en la decimosegunda de feria, con Joaquín Díaz y Óscar Higares. Se le aplaude cuando termina con el segundo de la tarde, pero no puede matar al quinto, que le hiere durante la faena de muleta. La faena a un encastado novillo de  Alcurrucén estaba resultando muy vibrante. Además, está sereno y está tirando del burel. El animal, en un descuido, le prende. No quiere ir a la enfermería: <<¡Dejadme, que no tengo nada, ya iré Yo!>>. Pero lleva dos cornada. El doctor don Máximo García Padrós y su equipo le intervienen durante una hora en la enfermería de la plaza. Una herida es en el tercio inferior, cara interna, del muslo derecho y la trayectoria es de quince centímetros, y se producen destrozos en el músculo vasto interno, y alcanza el fémur. La otra es la cara externa, y causa destrozos en los músculos perineos y contusionando peroné y nervio ciático. El pronóstico es grave y tarda bastante en recuperarse. Reaparece, ayudándose con un aparato ortopédico, el 18 de julio, en Valencia, y mata un novillo de doña Manuela Agustina López Flores y otro de Samuel, y a cada un le arranca una oreja, y vuelve a salir en hombros del coso de la calle Játiva. Ha compartido cartel con Manolo Sánchez y Manolo Carrión. A partir de este momento, la temporada transcurre por plazas de menos importancia, pero antes de acabar la campaña, en la que torea cincuenta y tres novilladas, tres en Francia, y ocupa el tercer puesto del escalafón, hace el paseíllo en Albacete, Madrid, Zaragoza y en las ferias de Arganda del rey y Algemesí. En el invierno de ese año interviene en dos novilladas en la feria de Quito (Ecuador), y se despide allí de novillero. El 16 de marzo de 1993 recibe la alternativa en la plaza de Valencia es su padrino el diestro colombiano César Rincón, quien en presencia de Enrique Ponce, le cede la muerte del toro Placentero, marcado con el número 53, colorado de capa, con un peso de 550 kilos y perteneciente a la ganadería de don José Luis Marca Rodrigo. Viste Ángel de blanco y oro y al toro de su doctorado le corta la oreja. Ya no torea más hasta el 18 de julio, en que confirma su alternativa en Madrid. El venezolano Morenito de Maracay, en presencia de Fernando Cámara, le cede la muerte del toro Discreto, número 42, colorada de capa, que dio en la báscula un peso de 564 kilos. Perteneció a la ganadería portuguesa de don Luis Jorge Ortigäo Costa y a su muerte fue ovacionado. En el que cerraba plaza, con la divisa de don Félix Hernández Barrera, dio una vuelta al ruedo con alguna protesta. La verdad es que Ángel se justificó en tarde tan importante. Un paseíllo en Benidorm en julio, otro en Bocairent en agosto, uno más en Caudete en septiembre y uno, final de temporada, en Valencia, el 10 de octubre, coso en el que un toro de los señores Guardiola Domínguez le hiere de pronóstico menos grave y otro, el primero de su lote, le permite cortar una oreja. También la temporada de 1994 es muy corta. Solamente alterna en ocho corridas de toros. Comienza muy pronto a torear, en la temprana feria de Valdemorillo, y luego la basaría en sus actuaciones en la capital del Turia. Tres tardes interviene en el coso valenciano, la segunda de ellas el 7 de mayo, con una nueva salida en hombros. En Madrid, el 8 de mayo, se silencia su labor en los dos toros que estoquea. En 1995 solamente se ha vestido de luces en una ocasión y en el transcurso de las temporadas adolece de falta de contratos, a pesar de triunfar reiteradamente en aquellas plazas donde le anuncian, como la de Valencia, donde cada año consigue triunfar pero no le sirve para que se le abran las puertas. En resumen, ha toreado demasiado poco como matador de toros, pero en cualquier momento puede encaramarse a puestos más importantes. Valor y clase no le Faltan.

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