HISTORIA DEL TORERO

DIEGO URDIALES HERNÁNDEZ

Publicado el 4 de marzo de 2024
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Matador de toros nacido en la industriosa y taurina localidad riojana de Arnedo el 31 de mayo de 1975. Fue alumno, y el más aventajado, de la Escuela Taurina del Club Taurino Arnedano. Mató su primer becerro a los trece años el 19 de marzo de 1988, en su lugar de nacimiento, en un festival que organizó el Club Taurino Arnedano para conmemorar las bodas de plata de es entidad. Allí mismo, el 2 de octubre de este año, viste por primera vez de luces, estrenando un terno blanco y oro y anunciándose como Diego de Arnedo. Alterna con Jesús Pérez, El Madrileño, Gilles Marsal, Pérez Vitoria y Lorenzo Pore. Los novillos son de doña Sonsoles Aboín de Hernando. Las siguientes temporadas de 1989, 1990 y 1991 torea un buen número de novilladas sin caballos, alcanzando antes de su debut con picadores la cifra de ochenta festejos menores. En estos años, incluso hace su presentación en Francia, toreando, entre otras, en las localidades de Burdeos, Arlés y Dax. Con esa preparación, sus mentores creen llegado el momento de que haga su presentación en novillada con picadores, y así lo hace en su Arnedo natal, el 21 de marzo de 1992. Son compañeros de cartel Paco Delgado y Francisco Javier Martínez, que se hace llamar Paquito. Los novillos son de don Salustiano Galache. Diego, que ha hecho el paseíllo vestido de Salmón y oro, da una vuelta al ruedo en su primero y corta las dos orejas a su segundo. Esta temporada torea nueve novilladas, entre ellas la de su presentación en Francia, en Istres, el 1 de mayo, en su segundo paseíllo con los del castoreño, alternando con Domingo Valderrama y Abel Oliva.

Los novillos son de la ganadería francesa de Scamadre. En 1993 abandona su nombre artístico, pero solo Arnedo, de la que tomara el apodo, le ofrece la oportunidad de torear dos tardes, las únicas del año. En 1994 no se vistió de luces y en 1995 lo hizo en una solitaria ocasión, triunfando arrolladoramente en Arnedo pero quedándose, injustamente, sin el codiciado Zapato de Oro. Su carrera se relanza tras un acuerdo de apoderamiento con el salmantino David Iglesias, en sus tiempos novillero, y la temporada de 1996 resulta mejor que las anteriores (doce novilladas y 19 orejas, a pesar del bautismo de sangre) y en 1997 logra superar la veintena de novilladas, debutando en la plaza de Acho (Lima, Perú) y resultando de nuevo herido, esta vez en Galapagar. En ese 1997, concretamente el 9 de marzo, se presenta en Las Ventas con novillos de Alipio Pérez-Tabernero y junto a Curro Díaz y Carlos Pacheco. El novillo de la presentación fue Jilguero, número 10, negro, de 514 kilos. Agrada en su debut y vuelve a pasar por Madrid dos tardes más, destacando siempre y dejando sensación de torero caro.

La tarde del 1 de octubre de 1998, diez años después de debutar vestido de luces, Arnedo se volcó con su torero y logró un triunfo (cuatro orejas) que le sirvió para ganar el Zapato de Oro antes comentado. Ese año concluye con veintiuna novilladas. La temporada de 1999 la planea como la última etapa antes de alcanzar la primera cima de la carrera de un torero. Tras debutar en México (plaza de Morelia y Monterrey), torea ocho novilladas y surgió la ocasión de tomar la alternativa en Dax (Francia), en una corrida celebrada el 15 de agosto en la que el maestro Paco Ojeda celebró sus veinte años de doctorado, y con Manuel Díaz, El Cordobés, como testigo. Los toros fueron de Diego Puerta Hermanos, siendo del de la ceremonia Amoscado, negro, número 53, de 465 kilos. A la alternativa llegó ese año con ocho novilladas toreadas.

Poco después del doctorado triunfa en Alfaro (La Rioja). A las pocas semanas, torea en la desaparecida plaza de Logroño (La Manzanera) y consigue ser el triunfador de la feria, además de lograr el premio a la mejor estocada, tras desorejar a un buen toro de Manolo González el 26 de septiembre, ganando el capote de paseo que concede la Comunidad Autónoma de La Rioja. Así es que termina su primera temporada como matador de toros con tres corridas en su haber. La temporada de 2000 podemos calificarla como de adecuación al toro. Fue un año en el que, si bien no toreó en ferias y plazas de categoría, consiguió de nuevo triunfar en Logroño y el premio a la mejor faena. La temporada de 2001 se prometía mejor. Anunciando en Madrid antes de San Isidro, se parte un brazo en Astorga (León) y pierde la ocasión de confirmar la alternativa.

Tras la convalecencia, se anuncia en Las Ventas para confirmar la alternativa el 8 de julio, con Frascuelo y El Madrileño en el cartel. Los de Guardiola Domínguez no permiten el lucimiento y resulta herido (fractura de varias costilla y esguince cervical). Testigo, negro entrepelado bragado, de 517 kilos, fue el de la ceremonia. Después de la recuperación actúa en plazas como Barcelona (donde ya actuó el 10 de junio), Gerona o Logroño, la tarde de la inauguración de la nueva plaza de La Ribera, con Enrique Ponce y El Juli en el cartel, en tarde televisada con un ruedo en un estado pésimo. Corta una oreja, la primera de la nueva plaza. Una cornada que sufre en agosto en Soto del Real (Madrid) Le hace arrastrar una lesión de ligamentos en la rodilla izquierda.

El año 2001 no fue como se esperaba por culpa de los percances, a pesar de superar la veintena de corridas de toros. Durante la temporada 2002 suma un total de diecinueve corridas de toros, pero vuelve a resulta herido en Migelturra (Ciudad Real). Pasa de nuevo por la Feria de San Mateo de Logroño, cuajando a un toro de Victorino Martín y, aunque falla con la espada, puede dejar un buen sabor de boca. En 2003 torea de nuevo diecinueve corridas de toros. Entre esos festejos, destaca su actuación en la Monumental de Barcelona y no tiene suerte en la feria de Logroño. Tampoco en 2004 (tres corridas de toros, una en Logroño) logra el triunfo deseado en la feria de su tierra, por fallo con la espada pero , tanto en esa temporada como en la de 2005 (donde vuelve a Las Ventas, dejando buen sabor aunque sin triunfar rotundamente con los del conde de la Maza el 31 de julio, y solamente hace el paseíllo en tres ocasiones) los profesionales y aficionados contemplan un torero maduro, cuajado y capaz de afrontar cotas mayores, siempre que las empresas le ofrezcan la oportunidad, ya quq en 2006 no pudo hacer ningún paseíllo en corridas de toros.

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