HISTORIA DEL TORERO

JESÚS PÉREZ GALLEGO (El Madrileño)

Publicado el 2 de septiembre de 2023
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Matador de toros y posteriormente banderillero. Nace Jesús, como de su apodo se desprende, en Madrid, el 27 de febrero de 1970, en el barrio de San Blas. Entró en 1979 en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, de la mano de su director técnico, el maestro Gregorio Sánchez. Toreó el 15 de mayo de 1982 en Villacarrillo (Jaén), donde alternó lucidamente con Álvaro y Santiago Acevedo en la lidia de ganado del hierro de Santaolaya. Se dio cuenta de una res de la ganadería de Manuel Escolar en el festejo económico que se celebró, el 2 de noviembre de 1986, en la plaza gaditana de Jerez de la Frontera. Se viste de luces por vez primera el 3 de septiembre de 1986. Es en la localidad segoviana de Cuéllar, con Mariano Jiménez, Julio Campano y Carlos Neila. Con más de cincuenta novilladas sin picadores, debuta con los plazas montadas el 12 de marzo de 1989, en Ondara (Alicante). Alterna con Luis Manuel Lozano y Víctor Manuel Blázquez en la lidia de novillos de doña Concha Navarro. En el primero de su lote da la vuelta al ruedo y en el otro consigue cortar una oreja. Con buen criterio, esa temporada Alterna en plazas de poca importancia para ir curtiéndose, y en total suma trece novilladas. Lo vi en Arganda del Rey, en su afamada feria de novilladas, y, aunque no consiguió trofeos, dejó ver unas bien aprendidas maneras de torear. Decide jugar fuerte y arranca la temporada de 1990 haciendo su presentación ante el exigente público de su ciudad natal, el 25 de marzo, con Ramón Escudero y Manuel Caballero, que también debutaban en Madrid, de compañeros. Los novillos pertenecen al hierro de don Alejandro Vázquez y don Alejandro García. Mala suerte tuvo el madrileño.

Su primer novillo, Deseado de nombre, castaño de capa y herrado con el número 375, se desgració al intentar saltar las tablas, quedando inútil para la lidia. En el sexto, un novillo ovacionado de salida, que derribó en varas, estuvo voluntarioso con el capote. Sin embargo, con las banderillas, en tarde en la que la suerte le dio la espalda, estuvo muy desafortunado, pasando demasiadas veces en falso, teniendo que desistir después de prender un solo palo. Con la muleta, al novillo ya muy avisado, nada pudo hacer. No sé si esto influiría en su carrera, pero esa temporada solamente sumó cinco novilladas y, excepto la tarde de Las Ventas, las demás en plazas de escasa importancia. No es mejor la de 1991, en la que se viste de luces cuatro tardes, la primera de nuevo en Madrid, sin que le sonriera la suerte, y las otras tres en plazas poco importantes. En el mes de agosto viaja a México, presentándose en la capital el día 4, con Federico Pizarro y Mario del Olmo, siendo silenciada su labor cuando doblan sus dos novillos, de la divisa de  don Julio Delgado. Dos novilladas, incluida esta, torea por los estados mexicanos. La temporada de 1992 comienza con el mismo signo de las anteriores. Excepto sus actuaciones en Toledo y Tarragona, hasta septiembre, solo actúa en plazas de menos importancia. El 2 de agosto se presentó en Francia, en la localidad de Istres, con Abel Oliva y Luis Delgado de compañeros y novillos de El Sierro. Pero el 13 de septiembre llegaría uno de los mayores triunfos de su carrera. Alterna en Madrid con José Carlos Lima, que se presenta en Las Ventas, y el portugués José Luis Gonçalves. Le corresponden un novillo de la divisa de Buenavista, al que corta las dos orejas, y otro de don Román Sorando Herranz, lidiado en quinto lugar, en que se le ovaciona. Es la cara de una fiesta que tiene su cruz, ese mismo día, en Sevilla, en la cogida mortal del banderillero Ramón Soto Vargas. Jesús jugó su baza con mucha inteligencia. Contó, eso sí, con un novillo noble, de larga embestida, sin vencerse por ningún pitón, pero él le presentó la tela por delante, muy plana, y lleva la embestida hasta detrás de la cadera, consiguiendo, qué pocas veces se ve ahora, ligar unos muletazos con otros. Mató de una excelente estocada y su decisión le llevó a salir en hombros de sus paisanos. Vuelve el 27 del mismo mes, pero con menos fortuna. A la hora de los balances, las estadísticas le han anotado catorce novilladas, una de ellas, la señalada, en Francia. Su salida a hombros de Madrid le abre la puertas de muchos despachos y en 1993, a pesar de la cogida grave que le infiere, el 18 de mayo, en la Feria de San Isidro, precisamente otro novillo con el mismo hierro del que le proporcionara el éxito el año anterior, logra alcanzar la cifra de treinta y seis novilladas, cuatro en Francia, colocándose en el cuarto puesto de la clasificación.

Sus triunfos le abren las puertas de las ferias de novilladas de Villa de Prado, Arganda del rey y Algemesí, sin que consiga éxitos sonoros. En 1994 se despide de novillero en Bilbao, el 29 de abril, después de haber toreado en  Nimes. Barcelona, donde se presenta el 17 de abril, y Valencia. En la capital vasca alterna con Juan Carlos García y Daniel Granado y novillos de doña Rocío de la Cámara Ysern. La alternativa la toma en la plaza en la que obtuviera resonantes éxitos en su etapa de novillero, el coso de Las Ventas, de Madrid, en la Feria de San Isidro, el 25 de mayo. Es padrino de la ceremonia Palomo Linares, que reaparecía en esa plaza. Presencia la ceremonia de investidura de este nuevo matador de toros el valenciano Enrique Ponce. El padrino le cede el toro que le corresponde en primer lugar, un ejemplar llamado Vecinoso, que tenía en su piel el número 7, que era negro de capa y que había pesado 521 kilos. Pertenecía al de los señores Herederos de don Atanasio Fernández Iglesias, Vistió de blanco y plata. No tuvo una actuación tan lucida como de él se esperaba, probablemente los nervios y la responsabilidad limitaron sus verdaderas posibilidades y su labor fue silenciada, después de escuchar un aviso, en cada uno de sus dos toros. Sus siguiente corrida es también en Madrid y su actuación no es lo brillante que Jesús desea, y esto hace que sus planteamientos y los de su apoderado de siempre, Miguel Flores, se vengan abajo. No consigue vestirse de luces nada más que otras cuatro tardes en su, hasta ahora, corta carrera. En 1995 hizo únicamente cinco paseíllos. Banderillero desde finales del año 2003, en 2004 debutó como banderillero en la plaza francesa de Vic-Fezensac en la cuadrilla de Alberto Aguilar. Desde entonces hasta hoy torea suelto, aunque matadores como Juan Mora y Gabriel Picazo siempre lo tienen presente para sus actuaciones.

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