Pero le dio por emular a los Romeros y Montes, y los diestros de su época, al verle tan fino y atildado, comenzaron a llamarle Don Gil... y con Don Gil se quedó el señorito torero. Nació en Madrid el 27 de enero de 1823, llamabáse Antonio Gil y Barbero y era pequeñito, de naturaleza poco lozana e hijo de bien acomodada familia, de la que recibió esmerada educación. Con medios para alternar con toreros, ganaderos y aficionados de mucho viso, después de torear en becerradas se animó a vestir el traje de luces; alentado por el Chiclanero, con la promesa de darle la alternativa, cobró nuevos bríos; pero dicho diestro murió antes de cumplir lo que le prometiera. Marchó Don Gil a Sevilla, donde le ayudaron Manuel Domínguez y Juan Lucas Blanco; tomó allí una alternativa, que le confirmó dicho Domínguez en Madrid el 24 de junio de 1856; estuvo eclipsado después mucho tiempo; de metales en 1877, pidió protección a Lagartijo, que escurrió el bulto… En fin, que Antonio Gil no tuvo significación alguna en el toreo y no pasó de ser un comparsa más. A fuerza de revolver a Roma con Santiago, logró torear en Madrid el 25 de septiembre de 1881, alternando con José Machío, Cara-ancha y Ángel Pastor, y la última corrida en que tomó parte fue en Antequera, cuando contaba sesenta años. Obtuvo luego un empleo en el ministerio de la Gobernación, fue apoderado de el Gallo y de Cara-ancha, y en el año 1884 publicó cuatro números de un periódico taurino titulado <<Don Parando>>. Con setenta y nueve años a cuesta, enfermo y sin recursos, en su desesperación, se suicidó en Madrid el día 4 de febrero de 1902.
HISTORIA DEL TORERO
Antonio Gil Barbero (Don Gil)
Publicado el 20 de diciembre de 2021
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