Aquí tenemos a una sobresaliente figura del toreo mexicano que vino al mundo en Texcoco el 20 de noviembre del año 1915. Se trasladó a España cuando aún era novillero, en la temporada de 1935, y se presentó en Madrid el 26 de septiembre, para estoquear reses de varias ganaderías acompañado de venturita y Arturo Álvarez. Dotorgada por Armillita (Fermín), el 11 de diciembre de 1938, en la plaza de aquella metrópoli, al cederle el toro Vigía, de don Widulfo González, actuando Fermín Rivera como segundo matador de tal corrida.
Vino de nuevo a España en 1945, esta vez precedido de bastante propaganda, pero en las pocas corridas que aquí despachó no justificó la fama que trajo, y nostálgico y enfermo de la vista, regresó precipitadamente a su patria, donde siguió toreando hasta que dejó de hacerlo, en la expresada capital, el 16 de febrero de 1947. Pero no obstante su propósito de retirarse entonces, volvió a las lides taurinas, prolongando sus actuaciones hasta que las dio por terminadas definitivamente con fecha 1.º de marzo de 1953.
Si en España no dio la medida que nos habían dicho, detalles sueltos le vinos que permitían entender que era justificada su fama.
La adquirida en México repetimos que fue excepcional, como lo erigió una fuente para perpetuar el recuerdo de la extraordinaria faena que realizó en dicho coso, con un toro de Pastejé, llamado Tanguito, el 31 de enero de 1943.
Es hermano del malogrado Carmelo Pérez, de quien nos ocupamos en páginas más atrás.
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