
Matador de toros nacido en Madrid el 9 de marzo de 1972, pero considerado de Alcalá de Henares, localidad en la que reside desde pequeño. El ambiente familiar, su padre fue novillero, influye en su decisión de emprender la carrera taurina, que en sus primeros pases estuvo unida a la parte seria del espectáculo cómico-taurino de El Bombero Torero, en el que permaneció durante dos temporadas. Su primer traje de luces lo vistió en Malpartida (Cáceres), el 23 de julio de 1988, con novillos de Cañitas y Niño de Leganés de Compañeros. Por esa época y posteriormente no es raro verle anunciado como Romerito, apodo que abandonaría para no confundirse con otro novillero madrileño que también lo usaba. Conoció al maestro Manolo Escudero, que se fijó en él y le enseñó cuanto pudo ser capaz de asimilar. Se presenta con los del castoreño el 23 de julio de 1989, en la localidad de Huerta del Rey (Burgos). Alterna con Mariano Jiménez, mano a mano, en festejo de cuatro reses, de las que las tres primeras pertenecieron al hierro de doña Esperanza Rueda, y la última, la segunda del lote de Jesús, al de don Miguel Higüero Tabernes. Fue su única salida a los ruedos como novillero con picadores ese año. Cinco novilladas torea en 1990, entre ellas la de su presentación en Madrid, el 16 de septiembre, con Vicente Bejarano y Niño de Leganés, y mata dos novillos de doña Antonia Julia de Marca, el primero de los cuales se llama Cara tuerto II, tiene el número 39 en su piel y es negro meano de capa. La novillada salió muy mala, muy deslucida, y lo único que puede decirse del joven espada es que aguantó con valentía los derrotes de unos ejemplares muy encastados.

En 1991 torea trece novilladas, todas en las proximidades de la capital, en la que torea el 13 de octubre, y destaca su presencia en la feria de novilladas de Arganda del Rey, Parecido planteamiento tiene la campaña de 1992, en la que interviene en quince novilladas, casi todas ellas con el denominador común de ser en plazas de la Comunidad de Madrid. Mención especial merece su labor la tarde del 11 de julio en Las Ventas, en la que corta una oreja del segundo de su lote, con el hierro de Palomo Linares. Antes, en su localidad de residencia, el 6 de junio había estoqueado en solitario seis novillos de Hijos de don Ignacio Pérez-Tabernero Sánchez, a los que cortó seis orejas y un rabo. La temporada de 1993 es definitiva en su carrera. Comienza, el 29 de abril, toreando en Las Ventas y saboreando el triunfo de abrir la puerta Grande. Actúa con Pepín Liria y Juan José Trujillo en la primera de la feria de la Comunidad de Madrid y manda al desolladero a Zaletillo y Zleto, con el hierro de don Juan Antonio Ruiz Román, sin una de sus orejas. Se presenta en Valencia, y se rompió su tendencia a torear en la región, el 23 de mayo, y se lleva otra oreja después de estoquear tres novillos por la cogida grave de su compañero Francisco Perpiñán. Vuelve a Madrid, sin suerte, el 16 de junio, y continúa toreando por las plazas de las proximidades, si se exceptúa su participación en la feria de Arnedo, en la que gana el prestigioso trofeo Zapato de Oro, y sus paseíllos en Hellín y Antequera. En 1994 se despide de novillero. El 15 de mayo hace su presentación en Francia, en la localidad de Mugrón, con novillos de Murube, y Javier Conde y Francisco Rivera Ordóñez de compañeros. Esta temporada es de signo contrario a las otras. Excepto Valdemorillo y Madrid, donde torea dos tardes, el resto de las novilladas son en plazas lejanas a su lugar de residencia. En Málaga, el 16 de agosto, torea su última novillada, la sexta de ese año. Se lidian novillos de doña Rocío de la Cámara Ysern y le acompañan en el paseíllo José Luis Moreno y Niño de Leo, en la quinta de la feria malagueña. Toma la alternativa en la localidad madrileña de Alcalá de Hernares, el 29 de agosto siguiente. Fue padrino de su doctorado el albaceteño, que poco después se retiraría, Damaso González y estuvo presente en la misma Oscar Higares.

El primer toro que saltó a la arena se llamó Sandunguero, tenía el número 1, era negro de capa y perteneció al hierro de Herederos de don Baltasar Ibán Valdés. Vistió de azul purísima y oro y cortó un total de cuatro orejas. La única nota lamentable de su actuación fue la cogida que sufrió, a consecuencia de la cual resultó herido de pronóstico menos grave. Fue su única actuación como matador de toros ese año. En 1995 mata siete corridas de toros, entre ellas la de su confirmación del doctorado en Madrid el 9 de julio. Es padrino de la ceremonia Fernando Cepeda en cartel que completa Luis de Pauloba. En primer lugar estoquea el astado con el número 174, de 520 kilos de peso. Pertenece este ejemplar a la divisa de don Julio A. de la Puerta Castro. Vistió de Carmín y oro y su labor, tanto en este como en el que cerró plaza, fue silenciada. Esta circunstancia seguramente influyó para que el número de ajustes fuese tan reducido. En las siguientes, a pesar de su reconocido concepto del toreo, no consigue salir de la zona tibia del escalafón y poco a poco sus actuaciones se circunscriben a plazas de su zona de influencia.
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