HISTORIA DEL TORERO

JOSÉ LUIS MORENO RUIZ

Publicado el 24 de junio de 2023
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Matador de toros nacido e Dos Torrez (Córdoba) el 28 de noviembre de 1974 Estoqueó su primer becerro en su localidad natal en el año 1989. De azul celeste y oro es su primer vestido de luces, que estrena el 22 de septiembre de 1990 en Pozoblanco (Córdoba), alternando con Alberto Luna, El Lirli y Antonio Blanco para matar un eral de don Javier Moreno de la Cova. También actuó el rejoneador Juan Fernández. Unos años más tarde hizo su presentación con picadores, vestido de verde y oro, el 10 de abril de 1993, en Priego de Córdoba, con José Luis Peralta y Paco Aguilera de compañeros, y lidiando dos novillos del hierro de Peralta, al segundo de los cuales cortó una oreja. Toreó ese año un total de diez novilladas, entre ellas la de su debut en el coso de Los Califas, de Córdoba, el 22 de mayo. Alternó con Ricardo Ortiz y Javier Conde en la lidia de seis ejemplares de don Ramón Sánchez, al último de los cuales cortó una oreja. En 1994 participa en un elevado número de novilladas, y alterna en cosos importantes. Cortó una oreja en Granada el 3 de mayo, a un novillo de Peñajara, y salió en hombros del coso de Córdoba después oreja al segundo de su lote, que llevaba, como el primero, el hierro de don Juan Pedro Domecq. De Cuenca y Albacete se lleva el recuerdo de otra oreja, lo mismo que ocurre en Toledo a mediados de julio. El 21 de ese mes se presenta en Valencia, con César Otero y Tomás Sánchez de compañeros y novillos de don Juan José González. También está presente en la feria malagueña y en la de la industrial Arnedo.

Ha sumado al final de la campaña dieciséis novilladas con caballos. En 1995 toreó veinticuatro, número que aún es provisional cuando escribo estas líneas, y entre ellas hay que contar la de su presentación en Madrid, el 26 de marzo, con José Ortega y Gil Belmonte, que también toreaba por vez primera en Las Ventas, de compañeros, y novillos de Hermanos Vergara. El primero de su lote se llamó Carnavalesco, estaba herrado con el número 23 y era castaño, bragado y bociblanco de capa. Fue un buen mozo que pesó 447 kilos. Vistió José Luis de azul cielo y oro y dejó constancia de sus buenas cualidades para hacerse un buen torero, sobre todo porque supo resolver muy bien las dificultades que los dos novillos de su lote le plantearon. Ha vuelto en varias ocasiones a Las Ventas, y ha toreado este año su primer San Isidro, el 16 de mayo, con Canales Rivera y Luis Miguel Encabo, que sustituyó al lesionado José Tomás. Mató un novillo de Torrealta, en el que dio la vuelta al ruedo, y otro de don José Vázquez Fernández. Pero no solo ha sido Madrid: también ha hecho este año el paseíllo en otras plazas de primera categoría, como las de Sevilla, Córdoba y Zaragoza. Al menos por lo que se le ha visto en Madrid, José Luis Moreno es un novillero con un prometedor futuro, al que no deberá renunciar. Pero la temporada del cordobés no ha sido solamente Madrid, donde toreó sus dos primeros festejos y en donde hizo un total de cinco paseíllos. La tercera salida a los ruedos se salda con un triunfo. Es en La línea de la Concepción (Cádiz), el 6 de mayo, tarde en la que envía al desolladero sin uno de sus órganos auriculares –así se decía ya a primeros de siglo—a cada uno de los astados de Viento Verde que lidia. También, abandona el coso en hombros, esta vez al cortar dos orejas a un ejemplar de La Castilleja. En la feria cordobesa, el 20 de mayo, nueva salida en volandas al desorejar al desorejar a un Torrestrella y nuevo triunfo, ahora en Sevilla, donde el 4 de junio se arrastra al primero de su lote, con el hierro de doña Rocío de la Cámara Ysern, sin una oreja. Es la tarde de su presentación en la plaza de la Real Maestranza de Caballería y, vestido de grana y oro, ha hecho el paseíllo con Agustín Marín y El Macareno.

Oreja en Zaragoza, dos en El Puerto de Santa María, otra en Arlés, una más en la feria de Arganda del Rey, dos en Villa del Prado con novillo de Los Eulogios y salida en hombros en Arnedo en la última novillada de su campaña, el 30 de septiembre. Finalizó la campaña con veinticuatro paseíllos, uno de ellos en Francia. Ha sido uno de los novilleros que más esperanzas ha levantado. Toma la alternativa en Córdoba el 30 de mayo de 1996, de manos de Enrique Ponce y en presencia de Finito de Córdoba. El Toro de la ceremonia se llamó Chupaíto, era de la ganadería de Torrestrella, estaba marcado con el número 6, era negro de capa y pesaba 512 kilos. José Luis Moreno, vestido de blanco y oro le cortó las dos orejas. La temporada siguiente debuta en Francia el 8 de junio, en la plaza de Mauguio, con el toro Librero, número 57, cárdeno bragado meano, de la divisa de Aldeaquemada, acartelado con Richard Milian y Chamaco. Dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja en su segundo toro. Apenas unos meses después da el salto a tierra americanas, y debuta en el coso venezolano de Valencia el 1 de febrero de 1998, acartelado con Bernardo Valencia y Joselito, con el toro Goloso, de La ganadería de El Capiro, negro, de 448, herrado con el número 309, al que le cortó las dos orejas. Ese mismo año, el de 1998, confirma José Luis Moreno su doctorado en Las Ventas. La ceremonia tiene lugar el 5 de abril, con el toro Engreído, de la ganadería de Fermín Bohórquez, cuya muerte le cede Javier Vázquez en presencia de José Antonio Canales Rivera. El 20 de febrero de 2000 confirma su alternativa en Santa Fe de Bogotá, con toros de Hermanos Rocha, César Camacho como padrino y Uceda Leal como testigo. El 15 de agosto de 2001 corta una oreja en  Las ventas, a un toro de Juan Manuel Criado. El 27 de mayo de 2002 sale a  hombros en Granada, tras desorejar un toro de Guadalest. Después actúa dos tardes en la feria de Córdoba y corta un apéndice en cada compromiso. El 25 de mayo de 2005 sale a hombros del coso de Los Califas tras desorejar un toro de  Núñez del Cuvillo. No ha sido José Luis Moreno un diestro que haya disfrutado de un buen número de contratos tras sus primera temporadas como matador de toros, y la mayor parte de sus actuaciones han sido frente a toros de divisas consideradas duras, ante las que el diestro cordobés siempre dio la cara.

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