HISTORIA DEL TORERO

Fermín Espinosa Saucedo (Armillita-chico)

Publicado el 20 de enero de 2022
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Fermín Espinosa vino al mundo el 3 de mayo de 1911 en la localidad de Saltillo, en el estado mexicano de Coahuila. El ambiente taurino de su casa le empujó a la profesión de matador de toros; Fermín era hijo de un torero discreto y toreros serían sus hermanos. Desde niño, Fermín sintió esa vocación, y es a los 13 años, el 1 de agosto de 1924, cuando mata por primera vez un becerro en la plaza de El Toreo de la capital mexicana y triunfa por todo lo alto, pues corta las dos orejas y el rabo. Un gran éxito, primero de los muchos que cosecharía en su carrera. En la misma plaza de El Toreo es donde torea su primera novillada, en julio de 1926. Actuara en este coso y en los de los estados en muchas ocasiones, acumulando victorias, por lo que su nombre comienza a sonar con fuerza. Su última novillada será el 17 de octubre de 1927 en la plaza de El Toreo. Lidia seis astados con un gran lucimiento. El 23 de octubre de 1927 toma la alternativa en el coso de El Toreo, con un toro de la ganadería de los señores Barbosa, de San Diego de los Padres. Le cede los trastos el español Antonio Posada y el testigo es el mexicano José Ortiz. Ese día Fermín vio premiada su actuación con fuertes ovaciones y el corte de orejas. En España toma la alternativa en la Monumental de Barcelona el 25 de marzo de 1928. Su hermano Juan Armillita es el padrino. Actúa con ellos Vicente Barrera. El toro de la alternativa, Bailaor, de la ganadería salmantina de Antonio Pérez de San Fernando, negro de capa, no permitió al mexicano lucirse, como tampoco su segundo astado. El 10 de mayo de 1928 Chicuelole confirma la alternativa en Madrid, en presencia de Gitanillo de Triana. Los astados son de doña Carmen de Federico; el de la confirmación llevaba por nombre Gaditano. Ésta era la primera ocasión en que el mexicano pisaba el ruedo de la plaza madrileña y el público respaldó en todo momento la labor de Fermín, ovacionándole en sus faenas y en los quites que hizo a los toros de sus compañeros. Con su primer astado dio la vuelta al ruedo y en más de una ocasión salió a saludar a los medios. En su segundo se pidió la oreja como premio. Sus faenas de muleta de aquel día fueron a base de naturales magistrales, pero lo que más entusiasmó al público era la soltura con la que el muchacho andaba por el ruedo y que en todo momento estuviera bien colocado. En la temporada 1932-33 suma 15 corridas en México. En el año 1933 consigue colocarse en el puesto que le corresponde en virtud de su buen hacer. Despacha 53 corridas, con un resultado triunfal en casi todas ellas. El 30 de mayo, junto a Domingo Ortega y Victoriano de la Serna, lidia toros de Argimiro Pérez. La campaña 1934-35 en su patria natal participa en 16 corridas. En el 35 en España torea en 64 ocasiones, y casi siempre sale victorioso. Armillita Chico sufrió pocas cogidas a lo largo de su carrera; el único incidente grave lo vivió el 20 de noviembre en el coso mexicano de San Luis de Potosí. Tras alejarse de los ruedos, regresa en 1953, pero al poco se retira de forma definitiva. El 5 de septiembre de 1978 muere a consecuencia de una peritonitis aguda en el sanatorio de Santa Fe en la capital mexicana. La trayectoria profesional de Armillita Chico fue muy satisfactoria, un cúmulo de éxitos y de méritos que le convierten en un torero excepcional, comparable a Joselito El Gallo, pues los dos tenían una técnica e intuición similares, si bien cada uno hacía gala de un temperamento, una gracia y una alegría muy personales. Fermín Espinosa Saucedo fue un torero muy largo. Es difícil encontrar otro torero con una carrera tan armónica como la suya.

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