Se apodó así por haber nacido en Talavera de la Reina (Toledo), cuya efemérides corresponde al 30 de junio de 1914, y se presentó en Madrid como matador de novillos el 8 de septiembre de 1935, con tres diestros nuevos también, que fueron Ramón Cansino, José Ramírez y Jesús Navarro. Los tres quedaron en las Zarzas del camino, y en tal novillada se lidiaron reses de don Jeremías González. La guerra retrasó el logro de sus aspiraciones; estuvo en la primera fila de los novilleros en 1941, y el 14 de mayo de 1942 le concedió Manolete la alternativa en Barcelona, al cederle el toro Artillero, de Domecq, en presencia de Pepe Luis Vázquez. Este ascenso lo confirmó en Madrid el 18 de junio del mismo año de manos de Antonio Bienvenida, al despachar ambos, mano a mano, cuatro toros de Villagodio, uno de Tovar y otro de García Pedrajas. Mo pasó de ser un torero de artesanía; pero como aprendió bien el oficio, lo intentaba todo lo hacía bien; como se arrimaba y estaba valiente, toreó 57 corridas en tal año y 61 en 1943. Por no llevar marchamo especial lo que hacía y fallarle el resorte de la decisión, vino el descenso en seguida, que lo que hoy se alza flamante cae pronto por gastado y carente de interés, de suerte que en 1944 toreó 22 veces; en 1945, 25; en 1946, 17; en 1947, 26; en 1948, 13, y en 1949, tres. Con fecha 4 de abril de 1948 actuó en Madrid como único espada con seis toros de Arranz, para ver si podía recuperar el crédito perdido; pero no lo consiguió, pues la realidad, tornadiza eterna, se complace muchas veces en destruir hoy lo que ayer edificó trabajosamente. Algo de esto ocurrió aquí. El 16 de mayo de 1951 se despidió en su ciudad alternando con Aparicio y Litri en la lidia de seis astados de don Manuel González; pero aún vistió el traje de luces en alguna ocasión durante el año 1953, y en Colombia en 1954. Es padre de dos matadores de toros, José Luis y Gabriel, a los que más adelante encontraremos. Falleció: en Madrid el 13 de marzo de 1973.