He aquí a otro de los muchos toreros mexicanos que han venido a España y regresan a su país sin romper el cerco de la vulgaridad que les rodea y sin aportar al arte nada nuevo. Éste ya vino en 1933, cuando era novillero, y como tal se presentó en Madrid el 10 de septiembre del expresado año, para estoquear reses de don Esteban González del Camino con Perete y Juan Jiménez. Durante los dos años siguientes tomó parte en Bastantes novilladas, aunque sin volver a pisar el ruedo de Madrid, y al regresar a su país continuó actuando allí como novillero, hasta que con fecha 19 de abril de 1942 tomó la alternativa en la capital mexicana de manos de David Liceaga, con toros de la ganadería de San Mateo y Andrés Blando como tercer espada. No hace falta decir que aumentó en seguida el número de los parados.
HISTORIA DEL TORERO
Edmundo Zepeda
Publicado el 2 de febrero de 2022
0 comentarios