Torero catalán, al que han llamado polifacético porque además de torear es poeta, recitador, conferenciante, actor dramático y otras varias cosas que han contribuido a que sonara su nombre y a darle popularidad. Vamos, que lo mismo mete una estocada en las péndolas, que interpreta el protagonista del <<Tenorio>> de Zorrilla o compone un madrigal. Nació en Barcelona el 6 de enero de 1916 y se dio a conocer en Madrid como novillero el 10 de agosto de 1941, para matar ganado de Aleas (M.) con Pepete de Triana, López Lago y Pepe Alcántara, y en la temporada de 1943 dio el estirón que le permitió calzarse la alternativa. La recibió en Sevilla el día 1.º de octubre de tal año, de manos de Domingo Ortega, mediante cesión del toro Negociante, de don Francisco Chica, y figurando el Estudiante como segundo espada. Esta alternativa se la confirmó el propio Ortega en Madrid el día 8 del mismo mes, con toros de Muriel y Antonio Bienvenida como segundo espada. El padrino y las plazas no pudieron ser de mayor altura, de manera que bien puede decir Mario Cabré que entró en las filas de los matadores de toros con todos los honores. Los años en que más toreó fueron los de 1947 y 1948, en los que se apuntó 14 y 18 corridas, respectivamente. El 15 de diciembre de 1945 sufrió una cogida grave en el cortijo sevillano de don Salvador Guardiola, al interpretar una escena para cierta película cinematográfica. Tuvo poca circulación, es verdad, pero recordamos de él ciertos lances de capa que pudiéramos llamar estatuarios y algunos toros estoqueados irreprochablemente. –¿Qué prefieres –le preguntaron una vez–, dar una estocada o interpretar Don Juan tenorio? –Hacer el Don Juan, porque el Comendador muere sin puntilla y no puede dar una cornada. Vistió el traje de luces hasta el año 1960. Mario Cabré Esteve, conocido por sus múltiples facetas de torero, actor y poeta, Mario Cabré Esteve, conocido por sus múltiples facetas de torero, actor y poeta, falleció el 1 de julio de 1990, en la clínica Delfos de Barcelona. Cabré, de 75 años de edad, padecía del corazón desde hacía tiempo, y en 1976 ya sufrió una embolia y un infarto que, tras una operación a corazón abierto, le provocaron una hemiplejía que le dejó paralizado medio cuerpo, obligándole a un drástico retiro. Al agravarse su enfermedad coronaria, hace seis meses, precisó internamiento.