HISTORIA DEL TORERO

Manuel Granero Valls

Publicado el 10 de enero de 2022
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Este diestro, nacido en Valencia el 4 de abril de 1902, fue un joven de cara aniñada y airosa figura que desde que empezó la profesión como becerrista le entró el toreo en la cabeza y daba gran realce a cuanto hacía con el capote y la muleta. Era fácil Matador, además, y todo parecía prometer que sería una figura de excepción. Se presentó en Madrid como novillero el 29 de junio de 1920 para estoquear reses de los Herederos de Esteban Hernández con Valencia II y Carralafuente; triunfó en tal ocasión, como triunfó en Sevilla después y en aquel mismo año, el 28 de septiembre, le dio Rafael el Gallo la alternativa en la ciudad de la Giralda, al cederle el toro Doradito, de Concha y Sierra, en presencia de Chicuelo. Este diestro fue quien se la confirmó en Madrid el día 22 de abril de 1921, con Carnicerito de testigo y toros de Gallardo, y fue tal su éxito, que en seguida fue elevado sobre el pavés, influyendo no poco para ello el deseo de buscarle un sucesor a Joselito. El caso es que en aquella temporada de 1921 tomó parte en 94 corridas, con abundantes triunfos y tal cual resbalón, como el de la feria de Bilbao, y que para la temporada de 1922 quedó en la mejor situación. En su interpretación de las suertes se observaba cierta afectación, con visos de amaneramiento; pero lo cierto es que se le entregaban los públicos. Se presentó en Madrid como novillero el 29 de junio de 1920 para estoquear reses de los Herederos de Esteban Hernández con Valencia II y Carralafuente; triunfó en tal ocasión, como triunfó en Sevilla después y en aquel mismo año, el 28 de septiembre, le dio Rafael el Gallo la alternativa en la ciudad de la Giralda, al cederle el toro Doradito, de Concha y Sierra, en presencia de Chicuelo. Este diestro fue quien se la confirmó en Madrid el día 22 de abril de 1921, con Carnicerito de testigo y toros de Gallardo, y fue tal su éxito, que en seguida fue elevado sobre el pavés, influyendo no poco para ello el deseo de buscarle un sucesor a Joselito. El caso es que en aquella temporada de 1921 tomó parte en 94 corridas, con abundantes triunfos y tal cual resbalón, como el de la feria de Bilbao, y que para la temporada de 1922 quedó en la mejor situación. En su interpretación de las suertes se observaba cierta afectación, con visos de amaneramiento; pero lo cierto es que se le entregaban los. Pues bien: el 7 de mayo de dicho año 1922 se celebró en Madrid una corrida con cuatro toros del duque de Veragua y dos de Bueno, para la cual fueron anunciados como matadores Juan Luis de La Rosa, Granero y Marcial Lalanda; dicho Granero obtuvo un triunfo de clamor con su primero; pero al entendérselas con el quinto, llamado Pocapena, cárdeno oscuro de veragua, fue cogido, derribado y empujado hacia el estribo, donde el toro le corneó horriblemente, hasta destrozarle la cara. Momentos después dejó de existir.  Su cadáver fue trasladado a Valencia. Si no llegó a figura cumbre, se venían cumpliendo brillantemente cuando murió las lisonjeras puestas en él. Por eso fue más penosa la impresión que produjo su trágico fin.públicos.

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