Otros toreros habrán sido tan valientes como éste, pero dudamos que nadie le haya aventajado en voluntad para ofrecer al público todo el rendimiento que se puede dar. Nació en la capital de Méjico el 27 de septiembre de 1920 y los éxitos que logró en su país como novillero le animaron a tomar la alternativa en dicha ciudad el 9 de noviembre de 1941. Se la dio Armillita (Fermín) con toros de Piedras Negras y actuó Ricardo Torres como segundo espada. Vino a España en 1944 y con fecha 10 de septiembre confirmó en Madrid dicha alternativa, acto que estuvo a cargo de Francisco Casado, en la misma corrida que Albaicín se la confirmó a Arturo Álvarez y en la cual se lidiaron ocho toros de Concha y Sierra.
Su valentía y sus constantes deseos de agradar le granjearon muchas simpatías y abundantes contratos, que si no pudo cumplir totalmente debióse a sus cogidas, como la del 8 de julio de 1945 en Pamplona y la del 23 de septiembre del mismo año en Madrid, amén de herirse gravemente con el estoque en Sevilla el día 12 de octubre.
En 1946 no fueron tan frecuentes sus triunfos, pero aun así y todo despachó 29 corridas; la ruptura de relaciones con los toreros mejicanos le obligó a regresar a su país en 1947, y cuando volvió en 1951 había pasado ya su oportunidad. ¡Desgraciado Cañitas! No merecía que le saliera al paso el infortunio. Y decimos esto, porque, ya en franca decadencia, y toreando el 21 de agosto de 1960 en la plaza <<El Toreo>> de la capital de su país, fue cogido y sufrió tan cornada, que hubieron de amputarle una pierna.
0 comentarios