Este diestro sevillano, nacido el 16 de agosto de 1912, se presentó en Madrid como novillero el 24 de septiembre de 1933 para matar reses de Miura con Gitanillo de Camas y Varelito II. Por las campañas lucidas que hizo en 1934 y 1935 cobró fama de valiente; la guerra, luego, redujo sus actividades, y con fecha 16 de junio de 1938 tomó la alternativa en su ciudad natal de manos de Rafaelillo, con Pascual Márquez de testigo y toros de doña Carmen de Federico. Otra corrida en Bilbao, otra en Dax y tal vez alguna otra de la que no hacemos memoria constituyen todo su historial de matador de toros, porque en 1940 volvió a ser novillero.
Pero ya no toreó más de veinte corridas por temporada, como ocurrió en los citados años 1934 y 1935, pues en 1940 no tomó parte más que en seis. Y después, desapareció de la circulación.
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