HISTORIA DEL TORERO

Rafael Ponce Navarro (Rafaelillo)

Publicado el 28 de enero de 2022
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Fue un torero de baja estatura, pero con un corazón como la copa de un pino, que llegó a torear muy bien y a descubrir los morrillos de los toros para dar grandes estocadas. Nació en Los Corrales de Utiel (Valencia) el 2 de noviembre de 1912, fue dependiente en un horno, y sus primeros pasos como torero los dio matando el novillo de la parte seria en las actuaciones de El Empastre. Se presentó en Madrid como novillero el 24 de marzo de 1935 y muy pronto calentó a los públicos con su ardor juvenil y su guapeza ante los pitones, animado siempre por una voluntad vehemente de triunfar agreguemos que en aquella ocasión mató novillos de Terrones acompañado del Niño del Barrio y de Venturita y que toreó 43 veces durante dicho año, o sea 43 novilladas. Así pues, con muy buenos antecedentes tomó la alternativa en Valencia el 6 de octubre de aquella misma temporada de manos de Rafael el Gallo, con toros de don Justo Puente y el Soldado como segundo matador, y una semana después, el día 13, se la confirmó Marcial Lalanda en Madrid, con Alfredo Corrochano de testigo y toros de Sánchez Fabrés. Como era valiente y el toreo <<le entró en la cabeza>>, podía andar con desahogo alrededor del toro y dar la sensación de torero enterado, justificando así el auge que en una sola temporada adquirió. Mala suerte tuvo Rafaelillo como torero: la guerra le rompió el porvenir, y las gravísimas cornadas que sufrió (el 1.º de noviembre de 1936 en Valencia, el 22 de septiembre de 1940 en Valladolid y el 14 de junio de junio de 1942 en Granada) le quitaron todas las ilusiones. Mala suerte la de Rafaelillo, repetimos. La fatalidad le persiguió sin tregua, y no sabemos que vistiera el traje de luces después de la única corrida que toreó en el año 1947. A partir de entonces, «Rafaelillo» cruzó el océano Atlántico y anduvo durante muchas temporadas toreando por las principales plazas de Ultramar, en donde cosechó más éxitos de los habidos anteriormente en suelo hispano. Una vez retirado del ejercicio activo de la profesión, retornó a España y se instaló en Madrid, en donde falleció el día 16 de junio de 1972, pocos meses después de que naciera ese sobrino nieto que había de seguir colgando su apellido en los carteles taurinos. El recordado Rafael Ponce «Rafaelillo», tío-abuelo del gran maestro Enrique Ponce. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez). Enrique Ponce, como homenaje de recuerdo, inauguró una calle en la barriada malagueña de Campanillas con el nombre de su tío-abuelo Rafael Ponce «Rafaelillo» en 1992, cuando muy joven, apenas comenzaba su extraordinaria y ejemplar carrera profesional, luego del célebre indulto al toro «Bienvenido«.

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