Se apoda así por haber nacido en el pueblo madrileño de dicho nombre, suceso que ocurrió el 13 de julio de 1939. Tenía un estilo fino, con el que seguramente se hubiera abierto paso; pero el 15 de febrero de 1959 sufrió en Barcelona una cornada gravísima que le puso en muy apurado trance, y esto, sin duda, hizo que se estancara. En Madrid se presentó el 21 de septiembre de 1958 para matar reses de Carlos Núñez con Mondeño y Alfonso Vázquez; tomó la alternativa en Barcelona, de manos de Julio Aparicio, el 24 de julio de 1960, con toros de <<Sepúlveda de Yeltes>> y Chamaco como segundo espada, y la confirmó en el ruedo madrileño el 1.º de julio de 1962, por obra del mexicano Gabriel España, en cuya corrida fue testigo Alfonso Garcés y se lidiaron toros de don Salvador Guardiola. No tuvo suerte Pinto. ¡Aquella cogida en Barcelona!…