Nació en Madrid el 17 de febrero de 1933 y heredó el apodo de su padre, uno de los buenos picadores que hemos conocido. Se presentó en Madrid como novillero el 5 de septiembre de 1954, con Miguel Ángel García y Antonio Vázquez y reses de Villagodio, y sin que sus campañas de matador de novillos fueran excesivamente recomendables, ni por su cantidad ni por su calidad, tomó la alternativa en dicho coso matritense el 16 de junio de 1955, de manos de Pedréz, con toros de don Antonio Pérez y Chicuelo II de acompañante.
Y como hacerse doctor en Tauromaquia (!) e ir a dar en el montón fue todo uno y lo mismo, se agarró al capote de brega… para ir tirando, que cuando se hace a uno y por derecho debe aplaudirse.
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