Nació en Sevilla el 10 de octubre de 1810 y le apodaron así por ser su madre la encargada de cuidar una capilla o ermita situada en el sevillano Prado de San Sebastián. Fue gallardo y rumboso, lo segundo porque lo prohijó un don Juan del Pino, hombre de muchos caudales, que carecer de descendencia se hizo cargo de él, crió y educó esmeradamente, acabando por legarle su fortuna. Asistió por deporte a la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, donde conoció y se decía que favoreció pecuniariamente a Francisco Montes; cuando, en muy poco tiempo, derrochó el caudal que heredara de su padrino, se hizo torero profesional, y Montes lo incorporó a su cuadrilla, para corresponder sin duda a las mencionadas atenciones; también fue de banderillero con Juan León y Juan Pastor, y éste le dio la alternativa en Sevilla el27 de septiembre de 1840. Pero la que le valió para su antigüedad fue la que recibió del referido Juan Pastor en Madrid el 10 de septiembre de 1843. Fue un torero muy estimable que ejerció la profesión hasta el año 1846; volvió a los ruedos en 1862; se retiró definitivamente en 1866, y dejó de existir en Sevilla el 10 de marzo de 1884.