
Fue el primer lidiador de categoría que murió en el ejercicio de la profesión; de su nacimiento sólo se sabe que el día 30 de noviembre de 1734 fue depositado en la Inclusa de Cádiz y que se crio en Chiclana. Dedicado a la profesión taurina, fue discípulo predilecto de Lorencillo, y existen datos que permiten afirmar que este diestro le dio la alternativa en Madrid el 25 de mayo de 1756, en ocasión de torear con ellos el Malagueño y Juan Esteller. Es el primer caso que de una alternativa se registra en la Historia, pues en la época que venimos recorriendo, y aun mucho después, bastaba que un neófito alternase con un matador de toros. Aquel caso de Cándido fue esporádico. De dicho diestro dice el varias veces citado Daza: <<Vino Cándido para abril la puerta a la finura y la seguridad de las suertes>>, y bien puede afirmase que fue el más notable de cuantos precedieron a Costillares, Pepe-Illo y Pedro Romero. En una corrida celebrada en el Puerto de Santa María el 23 de junio del año 1771 lidiáronse reses de procedencia ignorada; cuentan las crónicas que la última <<asustó a público y lidiadores por su gran fiereza>>; en una caída del picador Coriano hizo el quite el banderillero Juan Barranco, que fue perseguido y librado a su vez por el capote de Cándido; pero resbaló éste en aquel momento y cayó al suelo, y aunque el toro siguió su viaje , se revolvió de pronto, recogió al diestro de la arena y le infirió dos cornadas –una en los riñones otra en un muslo–, de las que falleció en su domicilio a la una de la madrugada siguiente. Dejó huérfano un niño de poco mas de un año que habría de ser también torero famosísimo.

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