Matador de toros nacido en Rio bamba (Chimborazo, Ecuador) el 29 de enero de 1947. Tras actuar en cosos de su país marcho a México, donde comenzó a intervenir en corridas picadas. El 25 de abril de 1965 lo hizo en Querétaro, junto a otros cinco espadas noveles, para dar muerte a una res de Pradillas, lo que llevó a cabo aceptablemente. Regresa a su patria e interviene discretamente en la corrida celebrada en Quito el 22 de diciembre de 1968, para la presentación de la nueva ganadería de Huagrahuasi. De nuevo en tierras mexicanas debuta en la Plaza México de la capital azteca, el 2 de noviembre de 1969, donde alterna con Daniel Vilches y Jaime Rivaro en la lidia de reses de Santoyo. Desaprovecha tal coyuntura al no triunfar en el empeño e incluso ha de escuchar un aviso durante la faena de muleta de su segundo novillo. El año siguiente llega a España, no torea ninguna novillada, al menos en las celebradas con picadores, y el 18 de septiembre, sin mediar ceremonia alguna de cambiar capote por muleta y estoque, torea en la plaza de Muro (Baleares) con Gregorio Sánchez y Manuel Benítez, El Cordobés cinco reses de este último espada y una del conde de la Maza. Se muestra en extremo voluntarioso, por lo que el benévolo público consiente que pasee el anillo entre aplausos. Nunca más toreó en nuestros ruedos –su presentación y despedida tuvieron la misma fecha– y poco debió hacerlo en los sudamericanos, pues bien pronto se pierde su rastro. Una alternativa más, en esta ocasión sin mediar ceremonia de cesión alguna, que ha de ser calificada, con benevolencia extrema, como caprichosa y falta de toda logica.