HISTORIA DEL TORERO

FRANCISCO DURÁN MARTÍN (Curro Durán)

Publicado el 26 de agosto de 2022
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Matador de toros nacido en Utrera (Sevilla) el 29 de octubre de 1960 que toreó su primer festejo, sin caballos naturalmente, el 10 de julio de 1977 en Jabugo y actuó ya con picadores el 26 de agosto de 1978 nada menos que en el coso maestrante de Sevilla, para alternar con Jesús Franco, Cárdeno, y Tomás Rodríguez, Campuzano, en la lidia de un encierro de la divisa de Félix Moreno de la Cova. Toma parte en muy corto número de funciones con plazas montadas en el transcurso de las temporadas de 1979 y 1980, apuntándose un brillante triunfo el 3 de septiembre del año últimamente citado, en Cartagena, de donde se llevó un total de tres orejas y un rabo de astados de la vacada de Guardiola, en presencia  de Juan Mora y Máximo Valverde. En 1981 ya participa en trece novilladas, para saltar en la posterior campaña a cincuenta y tres, colocándose en el segundo puesto de su escalafón y logrado un bien número de tardes felices, como la del 4 de abril en su Utrera donde le conceden un apéndice de cada res de su lote, ambas de la ganadería de Miguel Higueros, ante Juan Mora y Pedro Castillo, la del 18 del mismo mes en la plaza Monumental de Barcelona, con el premio de tres orejas de ejemplares del hierro de Juan Andrés Garzón, con Aguilar Granada y Manuel González de compañeros de terna, el del 29 de  mayo en Nimes (Francia) con una oreja de cada novillo, de la ganadería de Yonnet, delante de Manuel Martín y Oliver Perverchon, el sonado del 19 de junio  en Sevilla en un mano a mano con Pedro Castillo, con salida en hombros por la Puerta del Príncipe, tras cortar tres orejas de astados de la vacada de Núñez Hermanos, el del 3 de septiembre en Calahorra con una cosecha de tres orejas de novillos de la divisa de Joaquín Buendía con Manuel Martín y Luis Miguel Campano de compañeros de cartel y el del posterior día 26 en Valencia, junto a Campano y César Rincón, al tener que dar tres vueltas al ruedo en su primer enemigo y cortar las dos orejas de su segundo, los dos de la ganadería de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas.

Su presentación en el madrileño coliseo de Las Ventas lleva fecha del 9 de mayo de ese 1982, estando acertado en la lidia y muerte de dos astados de la vacada de Jandilla, de lo que pudieron dar fe Manuel González y Pedro Castillo. El 10 de abril de 1983 todavía torea como novillero en Barcelona para llevarse tres orejas de reses de la divisa ya citada de Garzón, e inmediatamente, el día 16 de el mencionado abril, recibe la alternativa en Sevilla al cederle Curro Romero, ante Francisco Ojeda, la muerte de un toro de la vacada de Manuel González, llamado Carbonero, estaba herrado con el número 120 y pesó 475 kilos, al que cortaría una oreja, al igual que lo haría con el del hierro de Socorro Sánchez Dalp que cerraría plaza. No tarda en confirmar en Madrid este doctorado ya que el inmediato 18 de mayo recibe muleta y estoque de José María Dolls, Manzanares, y el mismo testigo, Francisco Ojeda, con un toro que se llamaba Pantorrilla, negro de pinta, marcado con el número 1 y con 501 kilos de peso, Perteneció al hierro de los señores Sayalero y Bandrés. Se corrió un saldo ganadero formado por tres pupilos de Torrestrella dos de Sayalero y Bandrés y el restante de Antonio Ordoñez. El confirmado, al que correspondieron un toro de cada una de las ganadería primeramente citadas, se mostró acertado en el empeño aunque no se llevara trofeo alguno.

Los consiguió, en cuantía de tres unidades, el 21 del mismo mes en Osuna, cuando compitió con José Luis Vargas y Juan Antonio Ruiz, Espartaco, en la lidia de ganado de Benítez Cubero. Vuelve a su patria chica el 25 de junio donde sus paisanos le entregan cuatro orejas y un rabo de bureles de la ganadería de Gallego Díaz Hermanos en presencia de Antonio Rubio, Macandro, y Espartaco. Tres apéndices le conceden el 21 de agosto en Pontevedra de elementos de la divisa de Manuel Benítez delante de Tomás Campuzano y José Cubero, Yiyo. Vuelve a torear ante sus paisanos los días 10 y 11 de septiembre, llevándose dos orejas la primera tarde, de astados de la vacada de Flores Tassara y cuatro y un rabo la segunda, de morlacos del hierro de Diego Garrido. De la feria del Pilar de Zaragoza se lleva el 13 de octubre un total de tres apéndices auditivos de reses de la ganadería de Marcos Núñez, lo que contemplaron Emilio Muñoz y Vicente Ruiz, El Soro. Terminó la temporada con veintinueve contratos cumplimentados y marcha a Colombia donde agradan sus maneras. De nuevo en estos pagos, el 14 de marzo de 1984 triunfa rotundamente en Elda donde le conceden los máximos galardones de los toros de la vacada de Jesús Trilla que le correspondieron en el sorteo, lo que atestiguaron Curro Vázquez y José Luis Feria, Galloso. Por cogida de Ojeda ha de estoquear tres toros en Madrid el 28 de mayo –serial isidril—y se lleva un apéndice de dos de  sus oponentes. Completaba el cartel Manzanares y saliendo por los chiqueos tres elementos de la divisa de El Campillo, dos de la Jandilla y el restante de El Torero. La salida en hombros por la puerta grande fue el lógico colofón de tan brillante tarde, la que casi iguala el posterior 3 de junio al pisar nuevamente el albero madrileño, ya que cortó una oreja a una res de la ganadería de María Luisa Domínguez mientras daría una vuelta al anillo tras dar cuenta de otra de Terrubias. Estos magníficos resultados provocaron que fueran a parar a sus manos buen número de trofeos de las corridas de San Isidro de 1984, como el del Club de Vacaciones, Mayte y Peña El 7, amén del gran Capitán de la Casa de Córdoba en Madrid. El 16 de julio sufre un accidente de carretera en las inmediaciones del Mar Menor, con la consecuencia de producirse diversas heridas en la cara, motivo que le hizo perder buen número de ajustes. Todavía le queda tiempo para apuntarse nuevos éxitos en esta campaña, como el del 26 de agosto en El Puerto de Santa María, con botín de tres orejas en una corrida concurso de ganadería, el del 8 de septiembre en  Utrera por enésima vez, con cuatro orejas en su haber de toros de la vacada de Gavira. En la invernada de 1984-1985, tras haber participado en la campaña española en cincuenta y siete festejos torea en cosos de Venezuela, Perú, México y Colombia, con resultados tan magníficos como el obtenido en la feria de octubre de la localidad azteca de Monterrey, o el del 6 de enero de 1985 en la ciudad colombiana de Cali en la llamada <<corrida del toro>>, al cortar las  dos orejas del que le correspondió de la Vacada de La Bolsa. Le acompañaron en la arena los diestros que habían participado en aquella feria taurina Sebastián Palomo Linares, Manzanares, José Ortega Cano, Víctor Mendes y César Rincón.

El 18 de agosto de 1985 en Olivenza le entregan tres orejas de pupilos de la divisa de El Chaparral, tras haber realizado el paseíllo junto a Emilio Muñoz y Luis Reina. Descendiendo sus actuaciones a treinta es año y, lo que es más lamentable, no pasaron de dieciséis las de 1986, aunque no le faltaran Las jornadas memorables, como en su nueva visita a sus paisanos el 4 de mayo al serle concedidas las cuatro orejas de los astados de la ganadería de los Hermanos Sampedro que le tocaron en suerte, lo que testificaron Julio Vega, Marismeño, y Espartaco, y la del 15 de agosto en Sevilla al cortar un apéndice de una res del hierro de Alejandro y Lorenzo García Martín, mientras en su segundo enemigo habría de dar una  doble vuelta al ruedo al no conceder la Presidencia el trofeo mayoritariamente solicitada por el respetable. Pese a su  presente bache, el público y la crítica siguen confiando en las magnificas cualidades de este destacado espada andaluz, que, a poco que él mismo quiera, puede recobrar el destacado puesto que alcanzó hace bien poco tiempo. Pienso que en sus manos está la solución del problema. En junio de 1987 llevó a cabo una fructífera excursión a cosos mexicanos, en los que consiguió repetidos éxitos, sin que faltara a la cita de la capitalina Plaza México. En España, en 1987, participa en dieciocho corridas de toros y en Francia hace un paseíllo. En México ciertamente torea seis corridas de toros en 1987. La primera, la de su confirmación en la Monumental Plaza México, el 3 de mayo. Fue padrino de la ceremonia el diestro mexicano Manolo Arruza y completó el cartel el también mexicano Jorge Gutiérrez. El toro de la cesión se llamó Marismeño y, como el resto de los lidiados, siete en total, perteneció al hierro de don José Julián Llaguno. Fue el sétimo un regalo de este diestro y le cortó una oreja.

Toreó todas las demás en mayo, cortando siete orejas. Al domingo siguiente repitió en la México y abandonó el coso en hombros. En Mérida, la tarde del 17 cortó dos orejas a un toro de Santo Domingo, sobrero que había regalado, y tres días más tarde repite su éxito cortando otras dos orejas al primer toro lidiado en Cozumel (México), perteneciente, como los otros, a la ganadería de San José de Buenavista. Antes de terminar el mes, el 31, era un toro de Xajay,  en la Plaza México, el que volvería sin las orejas al desolladero.

Puede decirse que triunfó en su viaje, al considerársele en ese momento como un sucesor de Niño de la Capea, verdadero ídolo mexicano. En España, sin embargo parece olvidado y en 1988 no consigue vestirse de luces nada más que ocho tardes. Quizá el poco éxito en sus primeras corridas de toros, dos en Madrid y una en Sevilla, condiciona el resto de su temporada, que transcurre por plazas de escaso relieve taurino. Y aunque parezca extraño, no vuelve a México a  recoger los frutos de lo que tan brillantemente había sembrado. En 1989 no se viste de luces en España ni tampoco en México, y en el siguiente de 1990 lo hace en Sevilla, Madrid, Tarragona, donde corta una oreja a cada toro, y Los Yébenes, donde el 14 de septiembre corta un rabo a un ejemplar de Martín-Peñato.

Tampoco 1991 es pródigo en contratos, ya que cuando finaliza le apunto el mismo número del año anterior en su haber y uno más, en México en San Miguel el Alto, el 12 de diciembre. Tampoco es mejor 1992, que se salda con seis corridas de toros, una de ellas en Francia, aunque su campaña en México le depara trece contratos.

De nuevo en España en 1993 le espera una temporada olvidado de las empresas, en la que sólo consigue pisar los ruedos vestido de luces en cinco ocasiones, una de ellas en Sevilla. Este año tampoco abundan los contratos mexicanos, país en el que interviene en tres corridas de toros solamente. En 1994 no torea en España, ni me consta que lo hiciera en México, y en 1995 le he anotado en la temporada europea siete corridas de toros. En 1996 se retira tras sufrir una grave cornada, pero retorna a vestir el traje de luces en 1998, participando en cuatro festejos. En 1999 torea dos corridas de toros, una ellas en la Maestranza de Sevilla con muy poca fortuna.

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