Después de dos lucidas campañas como novillero, no ha dado, al pasar a las filas de los matadores de toros, el rendimiento que parecía prometer. Y las inhibiciones no son admisibles, sobre todo en los períodos críticos o fases trascendentales del ejercicio que practicamos. Este Ceballos –que ignoramos si desciende de aquel don Pedro que fue ministro de Carlos IV y Fernando VII-– nació en Málaga el día 23 de septiembre de 1947; se presentó en Madrid como matador de novillos (de don Salvador Guardiola) el 23 de junio de 1966, alternando con Riverita y Pedro Benjumea; en tal año toreó 47 novilladas, y creyéndose capacitado para el ascenso, tomó la alternativa en Barcelona el 25 de junio de 1967, actuando Joaquín Bernadó de padrino y Jaime Ostos de testigo. Los toros fueron de la ganadería de <<Torrestrella>> y el de la cesión llevaba el nombre de Mordedor. La satisfacción de haber cortado en tal día una oreja se vio amargada con la contrariedad de haber resultado herido de alguna importancia.

El 30 de septiembre del mismo año vio confirmada tal investidura en Madrid, y en esta ocasión le cedió los trastos Andrés Hernando, quien en la misma corrida se la confirmó también a Flores Blázquez.

En 1968 solamente toreó doce corridas. Pocas son. Joven es para luchar, pero hay que hacerlo sin tregua, porque de día en día aumentan los que buscan un sitio. En 1969 no pasaron de siete las veces que toreó.