Matador de toros. Era prácticamente desconocido cuando se anunció  su alternativa, que tuvo lugar el 15 de agosto de 1982, en el coso de Guijuelo (Salamanca), con el padrino Miguel Márquez, quien, en presencia de Juan José García, Juan José, le cedió la muerte de un astado de la ganadería de La Herguijuela. El resultado de este justificadísimo doctorado fue desolador, pues tras ser silenciada su labor en la res de la ceremonia, fue abroncado tras despachar la que cerró el festejo. Y no volvió a ceñir la taleguilla dorada, lo que, por otra parte, parecía previsible. Su capricho ya estaba cumplido.