HISTORIA DEL TORERO

ABELARDO LÓPEZ LÓPEZ (Abelardo Granada)

Publicado el 3 de marzo de 2023
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Matador de toros que nació en Granada, el 1 de agosto de 1952. Uno de los seis que intervinieron en el festejo nocturno celebrado en la madrileña plaza de Vistalegre el 5 de agosto de 1972, donde estoqueó un novillete de Ángel Ortega. Obtiene triunfo rotundo el 22 de septiembre de 1980 en Consuegra, donde, ante El Maletilla de Oro y Morenito de Aragón, le conceden las cuatro orejas y los dos rabos de los astados de la ganadería de Agustín Sánchez Ortega que formaron su lote. Un apéndice, ahora de la vacada de Domingo Martín Peñato, le entregan el 1 de mayo de 1981 en Ciudad Real, en presencia de su compañero Julio de Llanos y del rejoneador Manuel Carmona. Al final de esta campaña, el 18 de octubre, se presenta en el coso madrileño de Las Ventas, para alternar con Juan Cubero y Roberto Bermejo en la lidia de un encierro de la divisa de Apolinar Soriano, pudiéndose calificar su quehacer como de acertado. Por el contrario, no agrada su labor el 28 de marzo de 1982 en el mismo recinto, al competir con Fernando Galindo y Fernando Rivera, y reses del hierro de Francisco Rubio en la arena. El siguiente 4 de julio, en Aldea del Fresno, gana cuatro orejas y un rabo de ejemplares de la ganadería de Aguirre, lo que pudo atestiguar José Maguilla, El Gallo de Morón. En el inicio de la campaña de 1983, el 30 de enero, en Valdemorillo, recibe la alternativa de manos de José Antonio Montoto, Pepe Pastrana, quien le cede, en presencia de José Luis Vargas, la muerte de un toro de la vacada de Los Eulogio, en una actuación aceptable del toricantano. No vuelve a vestirse de luces tal año y al faltarle los contratos realiza un viaje a pie a Barcelona, en unión de los también espadas Ángel Majano y Manuel Gómez, en solicitud de una oportunidad. Torea en esta temporada otra corrida y lo haría en dos ocasiones en 1985, incluida la de su confirmación de alternativa en Madrid, el 18 de agosto, en la que Gregorio Tébar, El Inclusero, y Manuel Moreno figuraron como padrino y testigo, respectivamente, del tradicional protocolo. El toro se llamaba Harinero, tenía el número 20, era negro de pinta y pesó 574 kilos, con la divisa del señor Conde de Mayalde, del que se torearon tres más, y dos del de Sánchez Cobaleda, sin que el recién confirmado alcanzara el apetecido triunfo, escuchando, incluso, dos recados presidenciales en su primer enemigo. Desde ese año hasta la actualidad se ha anunciado una sola tarde en cada uno de los años 1986, 1987, 1989 y 1991, aunque no es extraño verle hacer el paseíllo como sobresaliente.  

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