HISTORIA DEL TORERO

JOSÉ PUERTO GARCÍA (Joselito del Puerto)

Publicado el 9 de abril de 2022
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Matador de toros y banderillero, nacido e Albacete el 4 de noviembre de 1936, residente desde hace muchos años en la capital valenciana. En la cercana localidad de Algemesí ciñe su primer traje con caireles el 20 de septiembre de 1957 y no actúa con picadores hasta el 24 de septiembre de 1961, fecha en la que en Valencia alterna con Juan Carmona y Rogelio Monterrubio en la lidia de un encierro de Antonio Pérez López de Tejada, con el éxito que supone cortar una oreja de su segundo novillo. Continúa toreando en muy contadas ocasiones en corridas con caballos y la noche del 3 de julio de 1965 hace su presentación en la plaza de Las Ventas, de Madrid, para dar muerte a una res de Fernando Cobaleda en presencia de Pedro Santamaría, Pepín Guerrero, Antonio Ruiz, Vista Alegre, Santiago Blanco, Picota, y Marcelino Rodríguez, El Temerario. No había aumentado ni su fama ni el número de sus contratos cuando sale como sobresaliente de espada el 14 de septiembre de 1969 en Benidorm (Alicante) en una corrida de toros en la que actuaría como único espada Agapito García, Serranito, que debería estoquear seis astados de la vacada de Antonio Pérez de San Fernando. No puede completar tal compromiso al ser herido de extrema gravedad por el lidiado en cuarto lugar, por lo que el sobresaliente hubo de entendérselas con los tres últimos con tan sorprendente acierto que le concederían las dos orejas y el rabo del quinto y una oreja del que cerró plaza. Aprovecha tal coyuntura para tomar seguidamente la alternativa, lo que tuvo lugar en el mismo coso el inmediato día 28, apadrinada por Vicente Blau, El Tino, quien le cedió la muerte del toro Mulato, Albahío, número 154, con 515 kilos de peso en bruto, de la divisa del conde de la Maza, del que cortaría las dos orejas. Testificó la ceremonia Ricardo de Fabra y el nuevo éxito permitió que volviera al mismo ruedo el siguiente 5 de octubre. Con esas dos corridas de toros cerró la temporada y en la siguiente, la de 1970, intervino en cuatro corridas de toros, últimas de su época de espada. Más tarde pasó a las filas de los banderilleros, en las que continúa, sin haber pertenecido todavía a cuadrilla fija alguna. En la corrida de Benidorm se dio el durísimo contraste de triunfar un torero mientras el que debiera ser único protagonista, el desventurado Serranito, tras luchar con la muerte, quedaría imposibilitado para seguir ejerciendo su profesión, caso que que, por otra parte, no era rigurosamente inédito. En el transcurso de las temporadas de 1979 y 1980 se le vio actuar a las órdenes de Julián García.

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