HISTORIA DEL TORERO

ADOLFO MACÍAS DE LOS REYES (Adolfo de los Reyes)

Publicado el 18 de marzo de 2023
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Matador de toros nacido en Sevilla el 3 de mayo de 1973, pero considerado de Alcalá de Guadaira (Sevilla), localidad en el que reside. A los trece años ingresó en la escuela taurina que funciona en esta población y el 28 de febrero de 1988 vistió su primer vestido de luces en ese mismo pueblo sevillano. Hasta el 22 de junio de 1991 no se presenta en novillada picada y de nuevo es Alcalá de Guadaira el escenario del acontecimiento. Alternó con Chiquilín y Rondino, matando dos novillos de la divisa de don Gabriel Rojas Fernández con indudable éxito. A la oreja que cortó a su primero unió las dos del segundo, lo que le permitió abandonar la plaza en hombros de sus paisanos. Fue la única novillada con los del castoreño en la que intervino ese año. En la siguiente de 1992 lo hizo en ocho ocasiones, en localidades menores desde el punto de vista taurino, pero con evidentes éxitos en la mayoría de ellas. Decide cambiar de aires en 1993 y de las ocho novilladas que torea, seis son en Francia, donde se presenta, en la primera que torea. Fue en Samadet, el 14 de febrero, matando dos novillos de los señores Hermanos Collado Ruiz, que se arrastran sin una y sin dos orejas, por este orden. Le acompañaron en el paseíllo Niño del Tentadero, Frédéric Leal y el rejoneador Damián Donzala.

. Diecisiete novilladas despacha en 1994, pero este año solamente tes son en suelo galo. La sexta de la temporada es en Madrid, haciendo su presentación, el 24 de abril, con novillos de Palomo Linares y Rodolfo Núñez y Javier Rodríguez, que también debutaba en Las Ventas, de compañeros. Viste de verde esmeralda y oro y en primer lugar da cuenta de Milongo, un astado marcado con el número 48, negro listón de pinta y de 446 kilos de peso. Ni con ese ni con el segundo de su lote logró que el público madrileño se pronunciara, ya que guardó un respetuoso y significativo silencio. El 26 de ese mismo mes se encerró con seis novillos en Alcalá de Guadaira, dodos ellos del hierro de don Julio A. de la Puerta y Castro, con los que obtuvo un resonante triunfo al cortar siete orejas y un rabo. Le repitieron en Madrid, pero solo consiguió que le ovacionaran en el segundo ejemplar de don Román Sorando Herranz que mató. Pasó por la feria de Arganda del Rey y el 18 de septiembre, en su último festejo del año, se presentó en el coso sevillano de la Real Maestranza de Caballería. Hizo el paseíllo con el Cartujano y Gregorio Bravo, que este día hacia su debut con los del castoreño, dando la vuelta al ruedo en el primer Jandilla que estoquea y ovacionándosele en el segundo del mismo hierro. El 4 de febrero de 1995, en Alcalá de Guadaira, toma la alternativa de manos de Palomo Linares en presencia de Manuel Díaz, El Cordobés. Vistió un traje blanco y oro con golpes rojos y bordados apartados de los tradicionales. Su primer toro se llamó Rincones, estaba marcado con el número 65, era negro mulato y bragado y perteneció al hierro de don Gabriel Rojas Fernández. El balance de su actuación fue de dos orejas en este y otras dos en el que cerró el festejo, triste y esperpéntico festejo en el que reaparecía El Cordobés después de su accedente del ascensor en 1994 y que con el plante de los banderilleros y picadores, por cuestiones de derechos de imagen en televisión, convirtieron la corrida en un bochornoso espectáculo. Suma un total de veinte corridas de toros, la mayoría en cosos de escasa importancia y muchas veces acompañado del colombiano El Dandy. Se doctoró al año siguiente, el día 4 de febrero, en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira. El padrino de la ceremonia fue Palomo Linares, y ofició de testigo Manuel Díaz El Cordobés. En 1996 sumó un total de siete festejos, tres más que en la temporada de 1997, en la que hace su debut  en América el 14 de septiembre en Perú, donde lidia ocho corridas más. La temporada siguiente será muy pródiga en festejos en dicho país, ya que firma más de una cuarentena de contratos. Sin embargo, el número de veces en el que realiza el paseíllo la temporada siguiente se ve muy mermado y se limita, únicamente, a ruedos americanos. Mas tarde, su nombre desaparece prácticamente del panorama taurino, al sumar único festejo en el año 2000 y otro en 2004, eso sí, en plazas españolas.

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