
Matador de novillos nacido en Madrid el 3 de diciembre de 1958, que vistió su primer traje de luces en Burdeos (Francia) el 3 de junio de 1973. Toreó un buen número de festejos económicos antes de haberlo hecho en corridas con picadores, lo que finalmente llevó a cabo en la plaza de Valencia el 6 de junio de 1976 donde alternó con Jorge Polanco y Juan Ramos en la lidia de ganado de Juan Pablo Jiménez Pasquau. Su labor fue más que aceptable y fue amplia y reiteradamente superada en posteriores coyunturas, como la celebrada el 10 de septiembre de 1977 en Campillo de Altibuey (Cuenca), donde cortó cuatro orejas y un rabo de los astados de César Niño Andrea que le correspondieron. Ha tomado parte durante la campaña últimamente terminada en ocho corridas picadas. El 8 de octubre de 1978 torea en el ruedo madrileño de Vistalegre ganado de Leopoldo Lamamié de Clairac y de Valderrama, en presencia de Fernando Lechuga y Victoriano Garrido, con el aceptable éxito que supone dar una vuelta al anillo tras estoquear su segundo enemigo. El Anterior 19 de agosto había tomado parte junto a Santiago Andrea, El Patillas, y las rejoneadoras Carmuchi y Begoñita en una novillada sin picadores celebrada en la villa cacereña de Berzocana, en la que se lidiaron reses de Agapito Blanco. El 9 de septiembre de 1979, en Ocaña, corta un total de tres orejas de astados de la ganadería de Domingo Ortega en presencia de Mario Triana; idéntico resultado logra el 7 de septiembre de 1980 cuando alterna, con su hermano José Yiyo y Julio de Llanos, en Villarrubia de Santiago. No Pasaron de tres las novilladas con caballos toreadas tal año, ni de cuatro en el siguiente, en cuyo 5 de junio le concederían una oreja de cada res lidiada de la divisa de Javier Chico de Guzmán en Santisteban del Puerto, Ante Manuel de los Montes. Al término de esa campaña de 1981, el 18 de octubre, se presenta en la plaza de Las Ventas, de Madrid, para dar cuenta, en unión de Roberto Bermejo y Abelardo Granada, de un encierro del hierro de Apolinar Soriano, remendado con un ejemplar de la vacada de El Almendral, sin que el debutante pudiera redondear su actuación. Tuvo aún peor fortuna el 15 de agosto de 1982, en Miraflores de la Sierra, pues tuvo que escuchar los tres avisos reglamentarios en el trasteo a un novillo de la ganadería de Camaligera. Cerró la temporada con cuatro festejos en su haber, que no pasaron de una pareja de 1983, en cuyo 21 de agosto pisó el albero del coso de la Real Maestranza sevillana, junto a Manuel Montes y Manuel Romero Flores, y falla también, en esta importante oportunidad, oyendo un recado durante la lidia de su primer utrero, de la divisa de José Benítez Cubero. Terminada la campaña anuncia su propósito de ingresar en el escalafón de los banderilleros e inmediatamente lo hace en la cuadrilla de su citado hermano Yiyo, en la que ha obtenido trofeos destacados, como el del Club Taurino 25, de Burgos, destinado al rehiletero más sobresaliente de su feria de San Pedro de 1983, o el de la Peña Taurina de San Sebastián de los Reyes de 1984, dedicado al mejor par de garapullos de aquella feria. El 27 de enero de 1985 actúa a las órdenes de su maestro y hermano en Medellín (Colombia), cuando es corneado en un muslo. El fatídico 30 de agosto de 1985 presencia la cornada mortal que un astado del hierro de Marcos Núñez infiere a su hermano, la que ni él ni ningún otro lidiador pudo evitar. En 1986 forma en la cuadrilla de su otro hermano, Miguel, y es galardonado por el Club 25, de Burgos, por su forma de colocar los rehiletes el 30 de junio, en la citada capital castellana, a un ejemplar de la vacada de Joaquín Buendía. Desde 1988 pertenecía a la cuadrilla de José Miguel Arroyo, Joselito. Sus actuaciones, fundamentalmente cuando brega con los toros, están reconocidas no solamente en los ruedos con el aplauso de los aficionados, sino también, con posterioridad, por los jurados de los diferentes trofeos que le otorgan. Precisamente ese año de 1988 se le premió por su actuación bregando en la feria de San Isidro. También posee este excelente torero la virtud de la buena colocación en la plaza y, pasando casi inadvertido, sus quites a los compañeros en peligro suelen ser providenciales para la integridad física de aquellos. Un año después, en la Feria de Murcia, es esta faceta la que le hace acreedor al premio al más oportuno quite de peligro, que así suelen llamarse para diferenciarlos de los artísticos, reconociendo su callada y eficaz observación de la lidia. De algunos premios más puede hablarse, como los otorgados en 1991 en Vitoria y Salamanca por sus intervenciones con los garapullos, con los que se muestra muy seguro, reconocimientos que tienen su colofón ese mismo año en el nombramiento que le hace Diario 16 como mejor banderillero de la temporada al repasar el conjunto de sus actuaciones. Su gran técnica, principalmente con los toros más difíciles, y la seguridad ya citada con los palos le han colocado en sitio de privilegio entre los llamados toreros de plata, teniendo además el reconocimiento de la afición y el del jefe de su cuadrilla. Hombre muy ligado a Joselito, toreo con Eugenio de Mora durante la breve retirada de José Miguel Arroyo. Volvió a la cuadrilla de Joselito cuando reapareció y con él continuó hasta su retirada definitiva en 2003; esta fue también la última temporada de Juan Cubero. Su eficacia con el capote y su seguridad con las banderillas le ha merecido un puesto entre los mejores banderilleros de su época.



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