
Matador de toros que sin prácticamente experiencia alguna –se trata de un desconocido en el ámbito taurino, cuyo nombre no había figurado con anterioridad en las estadísticas de fin de temporada– tomó una insospechada alternativa el 15 de septiembre de 1981 en Tordesillas (Valladolid). Actuó de padrino de la ceremonia Francisco Alcalde, fue testificada por José Ortega Cano y se corrió un encierro de la divisa del marqués de Hayamos, y cortó el toricantano una oreja de su primer enemigo. Y retornó al anonimato, de donde nunca debió salir, este flamante espada.

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