
Matador de novillos mexicano, hijo del también matador de novillos de igual nombre y hermano de otros dos, Arturo y Diego. Había comenzado su andadura taurina en los años ochenta, contándome que en 1987 ya figuró con una novillada en el escalafón de los novilleros mexicanos. En las siguientes intervino en un reducido número de festejos, que fueron tres en 1988, dos en 1989, uno en 1990 y tras tanto en 1991 como en 1992. En 1993 había participado en dos cuando, el 6 de junio, en Jalisco (Guadalajara), hizo el que luego sería su último paseíllo. Alternó esa tarde con José González, Eligió García, Sergio del Alto, Humberto Eguiarte y César Garza, en una novillada que prologó el rejoneador Óscar Orta. Se lidiaron seis novillos de los señores Iturbe Hermanos y uno, el de rejones, de la divisa de Cerro Viejo. Al recibir al suyo, Fistol de nombre, marcado con el número 9, resultó cogido y corneado cuatro veces. La gravedad de las heridas hizo necesaria una larguísima intervención quirúrgica. A las tres y media de la madrugada todavía se le estaba interviniendo, pero no pudiendo superar el tercer paro cardíaco, se produjo su óbito. Contaba Alberto veintitrés años de edad. A sus restos mortales les dieron póstuma vuelta al ruedo en el coso en el que recibió las fatídicas cornadas, entre la ovación cerrada de sus amigos, compañeros y aficionados. Había nacido precisamente en esta ciudad jalisciense.

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