Matador de toros, sin duda sevillano, de los famosos que salieron de la escuela y Práctica del matadero de Sevilla en la primera mitad del siglo XVII. De él ponderaba don José Daza que <<en toda España aún se oyen cantares en su elogio>>. Su época fue la del período anárquico del toreo. No más datos de su vida han llegado a nuestra noticia que su fama, y esta anécdota que cuenta Daza como acaecida al famoso torero en un pueblo en un pueblo de Castilla: <<Lo provocó un ignorante temerariamente porfiado, con apuesta sobre cuál de los dos había de aguardar mejor a un toro. Sofocado de la impertinencia se convino y salió el Pedro a uno bravamente guapo. Hízole muchas y rendidas suertes hasta verlo rendido, y retirase. El otro a lo socarronazo le dijo: <<Ya hemos visto a VM. Deje aquietar el toro y me verán a mi>>. Ya que hubo descansado el toro, se fue el zanguango a los medios de la plaza; le partió y sin moverse ni a la capa, se lo echó el toro por encima y trajo por debajo, que a no habérselo quitado el Pedro Arnedo soltaría allí la piel aquel temerario. A los convencimientos que le hacían los otros y el Arnedo satisfizo: que él había ganado la apuesta, la cual había sido sobre quién aguardaba mejor, y no de quién torease. Con lo que se convino el Arnedo y le pago>>.
HISTORIA DEL TORERO
PEDRO ARNEDO II
Publicado el 3 de enero de 2025
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