Matador de toros nacido en Sevilla el 31 de julio de 1975. Es sobrino de los banderilleros Luis Mariscal y Pedro Santiponce y primo del también novillero Luis Mariscal. Reside en Santiponce (Sevilla). Por vez primera se enfundó en una taleguilla, en aquella ocasión en color blanco y oro, el 25 de agosto de 1991, en Santa Olalla del Cala, con El Umbreteño de compañero y reses de doña Isabel Sánchez de Alva y Merencio. Durante dos años estuvo participando en festejos de promoción, hasta que el 28 de marzo de 1993 hizo su presentación con los del castoreño, en la localidad de Cantillana. Alternó, vestido de blanco y oro, con El Umbreteño y Alberto de la peña. En su lote entraron un novillo con la divisa de  don Joaquín Buendía Peña y otro con el hierro de Murube. En el del primero de los ganaderos, que estoqueó en primer lugar, cortó las dos orejas y el rabo, y en  el que cerró la novillada fue muy aplaudido. Esa temporada alterna en ocho novilladas, las cuatro primera con el denominador común de cortar un rabo en cada una de ellas. La quinta es la de su presentación en Francia, en Béziers, el 14 de agosto, con novillos de Peralta, y Abel Oliva y Ruiz Manuel de compañeros, en festejo que se celebró por la mañana. En 1994 también toreó un discreto número de novilladas con picadores, diez en total, entre las que incluyo su presentación en Sevilla, el 12 de junio, con novillos del señor marqués de Domecq y José Cutiño y José Borrero de compañeros. Tuvo que saludar en el primero y su labor en el segundo novillo se recompensó con una vuelta al ruedo, premios que incrementó en su repetición el 11 de agosto, día en que se llevó una oreja del primero de su lote, que, como el resto, llevó la divisa de los señores Herederos de don José Francisco Varela Crujo. Puso fin a su temporada participando en la afamada feria de novilladas de Arnedo. En 1995 participó en ocho novilladas, sin llegar a presentarse en Madrid. El 3 de octubre de 1999 toma la alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, de manos de Luis de Pauloba, quien, en presencia de Luis Mariscal, le cede la muerte del toro Aguaseca, del marqués de Domecq, marcado con el número 88 y negro de capa. Pepe Luis García viste un terno corinto y oro y su labor resulta ovacionada. Desde entonces, no consta que haya vuelto a vestirse de luces.