Matador de toros nacido en Madrid el 16 de diciembre de 1981. Criado en el seno de una familia aficionada a la fiesta de los toros, su padre, Antonio Cruz, fue novillero sin caballos. Compaginó brillantemente los estudios en la Colegio María Inmaculada con su instrucción en la Escuela Taurina de Madrid, en la que ingresó a los diez años. Arropado por sus compañeros Uceda Leal, Luis Miguel Encabo, Miguel Abellán, Matías Tejela, César Jiménez, etc., el diestro madrileño vivió un afligido periplo de siete años en los que únicamente lidió seis becerros. Debutó de luces en la localidad extremeña de Ceclavín en agosto de 2000, temporada en la que fue declarado triunfador del ciclo de novilladas sin picadores de la feria de Palencia. En 2001 lidió 23 festejos, obtuvo importantes éxitos en Francia (Nimes, Mont-de-Masan, Hagetmau y Rion-des-Landes), donde fue designado el más destacado novillero sin picadores de la campaña de 2001. El coliseo taurino de Nimes acogió su presentación como novillero con caballos la mañana del 24 de febrero de 2002. Alternó junto a Julien Lescarret y Luis Rubias para estoquear astados de la ganadería de Laget, propiedad de los hermanos Luc y Marc Jalabert. Dio una vuelta al ruedo tras estoquear al novillo de su debut y cortó una oreja del utrero que completó su lote. De los 15 paseíllos realizados en la temporada de 2002, 11 fueron efectuados en cosos galos y cuatro en plazas españolas. Conquistó el trofeo Capote de Oro de Nimes y fue declarado novillero triunfador del sureste francés por la Asociación de Crísticos Taurinos de Francia.
En la temporada de 2003 sumó 33 actuaciones. Continuó su imparable racha de triunfos en ruedos franceses (Nimes, Dax, Mont-de-Marsan, Hagetmau, etc.) y paseó trofeos tras intervenir en los certámenes de novilleros de Calasparra, Galapagar y Moralzarzal. No obstante, sus tres actuaciones en la plaza de toros de Las Ventas marcaron su ascendente trayectoria artística. Tras cortar una oreja a un novillo de Sorando el 18 de julio, fue elegido finalista del ciclo de novilladas nocturnas, que posteriormente conquistaría en presencia de Antonio Caro Gil y Sergio Marín la noche del 16 de agosto. El novillero madrileño repitió paseíllo en Las Ventas la tarde del 3 de octubre. A continuación de cobrar una estocada al segundo utrero de su lote de la ganadería de Juan Manuel Criado, salió feamente volteado. Cortó una oreja salvadora, de peso, y sufrió una rectificación en la curvatura del cuello, lesión que continúa arrastrando hasta la actualidad. Comienza la campaña de 2004 toreando en San Cristóbal (Venezuela). Lidia cinco novilladas más, y destacan sus actuaciones en Las Ventas, de Madrid, donde vuelve a cortar una oreja, y Garlin, coso francés en el que indultó al novillo Idealista de la ganadería de Fuente Ymbro. Recibió la alternativa de manos de Julián López, El Juli, y de testigo José María Manzanares. Hijo, en Nimes, el 28 de mayo de 2004. Tras cortar una oreja a cada uno de sus toros, de la ganadería de Torrealta, salió a hombros por la puerta de los Cónsules. Remató la temporada lidiando ocho festejos mayores, siete de los cuales acontecieron en ruedos franceses de primera y de segunda categoría. Su única actuación en España, en la localidad granadina de Huéscar, resultó gracias a la intermediación de su amigo David Fandila, El Fandi. Apoderado por Luciano Núñez desde noviembre de 2004, Fernando Cruz afronta la temporada de 2005. Forjado a hierro y fuego, el diestro de Chamberí únicamente intervino en nueve corridas de toros en plazas de máxima responsabilidad. Sirvan como ejemplo sus tres paseíllos en Las Ventas de Madrid; el día 13 de mayo confirmó la alternativa en presencia de Francisco Rivera Ordóñez e Iván García y frente a astados de Celestino Cuadri, y dos actuaciones en la Monumental de Barcelona, los días 11 y 18 de septiembre. Precisamente en su último paseíllo de la temporada sufrió una cornada en la cara interna del muslo izquierdo de pronóstico grave.
Recibió el premio al torero revelación de la temporada de 2005 en la plaza de toros de Barcelona. La temporada de 2006 supuso la confirmación definitiva de Fernando Cruz como torero. Tras salir por la puerta grande del Palacio Vistalegre de Madrid el mediodía del 12 de marzo, donde estoqueó astados de la ganadería de Concha y Sierra, es contratado para actuar en Las ventas el 7 de mayo. Pese al deslucido comportamiento de los toros del conde de la Maza, Fernando Cruz se ganó un puesto en el cuarto festejo de la Feria de San Isidro. La tarde del 13 de mayo marcó un punto de inflexión en la carrera artística del menudo torero madrileño. A punto estuvo de abril la puerta grande del toreo de no ser porque su último astado del encierro de Arauz de Robles terminara defendiéndose con aspereza y aviesas intenciones. El planeta del toro no pasó por alto su firme y torera actuación venteña. Además de ser distinguido con numerosos premios –a la verdad del toreo y torero revelación–, las puertas de los principales abonos de la temporada se abrieron de par en par a Fernando Cruz, que en contrapartida debió lidiar encierros de los más destacados hierros toristas. Después de cortar una oreja a un toro de Cebada Gago en Pamplona, lo que le valió el trofeo a la faena más artística de la feria de San Fermín de 2006, Cruz se presentó en los cosos de Santander, Vitoria, Sevilla y San Sebastián.
No paseó trofeos como consecuencia del deslucido comportamiento de sus lotes, si bien dejó la impronta de torero firme y resolutivo. Su clásico concepto del toreo le proporcionó un nuevo éxito en Vistalegre de Bilbao, donde la tarde del 26 de agosto cortó una oreja a un astado de La Quinta, que terminó enviándolo a la enfermería con una cornada de 15 centímetros en la parte posterior del muslo de la pierna derecha. Por el contrario, recibió el trofeo a la vergüenza torera de las Corridas Generales de Abono. Dos semanas después reapareció en Arles. Antes de finalizar la temporada en Zaragoza, donde cuajó una meritoria faena a un difícil astado de Cebada Gago, cortó una nueva oreja en la plaza de toros de Albacete. Dos toros muy complicados de la ganadería de Carriquiri propiciaron que sendas faenas aunaran los pilares básicos de su tauromaquia: afición, valor, capacidad lidiadora y profundidad.
0 comentarios