
Matador de novillos, nacido en Sevilla el 15 de agosto de 1895. En Lima, donde había fijado su residencia el primer Bonarillo, su padre, y bajo su dirección, hizo su aprendizaje taurino. En 1907, y cuando apenas contaba catorce años, hace su presentación en aquella plaza para estoquear un becerrete. Estuvo afortunado en el empeño, y volvió a torear con frecuencia en aquella plaza. En 1910 marcha a México. En San Luis de Potosí, donde actúa los días 10, 16 y 17 de septiembre, su triunfo es tan notable que lo pasean por la población, por cierto que no en hombros, como la costumbre imponía, sino en una silla de manos. Torea aquel año, y el siguiente, con pareja aceptación, y en 1913 viene a España. El 22 de mayo comenzó su campaña en Barcelona, con una corrida mixta, en la que su padre mató dos toros y cuatro novillos él y Limeño. Las reses fueron de Veragua y Santa Coloma. Toreó dos corridas más en Barcelona, sin que le fuera favorable la fortuna; pero, en cambio, tuvo un gran triunfo en Sevilla los días 15, 22 y 29 de junio. Mató algunos toros recibiendo y el entusiasmo de sus paisanos fue grande. En Madrid se presenta el 6 de julio, con reses de Anastasio Marín y Pedro Carranza y Lecumberri como compañeros. Gustó extraordinariamente, y todo auguraba un nuevo diestro de primera categoría. Aún toreó otra corrida en Madrid el día 13, con parecido resultado, y varias más en diversas plazas, hasta sumar el número de 18 o 20. No lo acompañó la suerte en las últimas, y no logró enderezar su cartel en la temporada siguiente. Sabía torear, pero era medroso en exceso y no tenía el entusiasmo ni la afición que conducen al triunfo. Así fue agonizando su fama hasta olvidarse su toreo y quedar borrado su nombre del escalafón taurino. En 1918 ya no se hablaba de él, y los años anteriores apenas contaba.
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