HISTORIA DEL TORERO

CLEMENTE CASTRO SANZ (Luguillano)

Publicado el 2 de agosto de 2025
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Matador de novillos nacido en Mojados (Valladolid), iniciador de una dinastía torera al continuar con la misma afición sus hermanos Santiago y Juan Carlos. Su extraño apodo se debe a la devoción que desde niño ha sentido por la patrona de su villa natal, la Virgen de Luguillas. No tenía mal ambiente en el mundo del toro cuando sufrió un percance que sería decisivo en su porvenir en nuestra fiesta brava. Durante la temporada de 1965, actuando en Olmedo (Valladolid), un novillo le fracturó el cubito y el radio de un brazo, Lesión de la que hubo de ser operado repetidas veces, la última en noviembre de 1966, en la que se le practicó un injerto procedente de su pierna derecha. Tal lesión provocó su retirada del toreo y el comienzo de su actividad de empresario taurino en plazas modestas, en la que ayudó a su hermano menor, Juan Carlos, en sus principios toreros. Ya retirados sus citados hermanos del toreo activo, anunció su retorno al campo novilleril en 1972. Y en efecto, volvió a los ruedos, con el apodo ahora de Luguillano Grande, en festejos modestos en los que, en ocasiones, era no solo protagonista, sino también empresa. El 1 de febrero de 1976, actuó en la popular feria taurina de Valdemorillo (Madrid) junto a Ángel Majano, Palomo II, y Pedro Fernández, Niño de Aranjuez, en la lidia de ganado de Rosa María Herrero. Su buena voluntad suplió su excesiva veteranía y su actuación fue más que discreta, aunque tuvo que dar una vuelta al ruedo tras dar muerte a su primer enemigo.

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