Matador de novillos, natural de Bilbao, donde nació hacia el 1881. La afición bilbaína tenía puestos los ojos en él, pues comenzó a torear prometiendo mucho. Protegido por la empresa de la plaza de Vistalegre, toreó algo y ejecutaba todas las suertes con una gracia y una elegancia y una alegría, que hizo concebir grandes esperanzas a sus paisanos. Con un grupo de muchachos aficionados marchó a San Fausto (Bilbao), dispuesto a torear novillos que habían de elegirse para lidiar el día de la romería del pueblecillo. Saltaron al ruedo los muchachos y los aldeanos los golpearon con estacas y vergas. Huyeron sus amigos, y Julián Aranguren, que solo había sido espectador, fue herido en una pierna de un tiro de escopeta cuando pretendía unirse a sus compañeros. Hubo necesidad de amputarle el miembro herido y todas sus esperanzas se frutaron a los diecisiete años de edad.