HISTORIA DEL TORERO

RAMÓN ANTONIO FIGUERAS (El Boris)

Publicado el 19 de septiembre de 2022
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Matador de toros venezolano, nacido en Barcelona (Anzoátegui) el 8 de septiembre de 1950, y que su primer vestido de luces lo utilizó en la localidad de Táriba, en agosto de 1970, con alternativa en Sudamérica, inválida en España. Un año más tarde, el 25 de julio de 1971, torea su primera novillada con picadores en la plaza de toros de Caracas. Su primer novillo se llama Alcatraz, está marcado con el número 120 y es de la divisa de Clara Sierra. Alternó con Celestino Correa y Jorge Herrera. El 19 de marzo de 1972 torea en Caracas ganado de Clara Sierra ante Luis Procura y Carlos Reinaga , y ya muestra su toreo tremendista, preñado de valor e ignorancia, que sería su característica en su carrera taurina. Durante el año en cosos mexicanos, debutando el 18 de mayo en el  de Acapulco, alternando con Raúl de Córdoba, mano a mano, en lidia de ganado de la divisa de San Antonio de Triana, donde su actuación por demás desigual va que tras escuchar una bronca en su primer enemigo cortó una orejas del restante de su lote. En la Monumental Plaza México hizo su primer paseíllo el 15 de junio del mismo Año. De nuevo está a su lado Raúl de Córdoba y esta vez hace en terna con Carlos de la Huerta. Se lidian novillos  del hierro de Soltepec. Le repiten en el mismo coso el 27 de julio para alternar con Pepe Luis Vázquez en la lidia de cuatro reses de Golondrinas, siendo cogido al banderillero a su segundo novillo, que le fracturó la séptima costilla derecha. El siguiente 17 de agosto no se luce en Monterrey con astados de Santacilia ante José Luis Rodríguez y Genaro Manuel. De regreso a su patria toma la alternativa el 19 de octubre en  el Nuevo Circo de Caracas de manos del mexicano Manuel Martínez, con Ángel Teruel de testigo de la cesión; el toro se llamaba Rondalero, estaba herrado con el número 39 y pesó 427 kilos. Se corrieron cinco toros de la ganadería de Reyes Huerta y uno de la de Valparaíso, y el toricantano escuchó un aviso en el del doctorado y fue abroncado en el que cerró plaza una grave descortesía que tuvo con el citado testigo en el tercio de banderillas. No se viste de luces las temporadas de 1986, 1987, 1988, 1989 y 1990 y en la siguiente lo hace una sola vez, para despedirse de los ruedos. Es el 2 de junio, en el coso venezolano de Maracay, alternando con Edgar Díaz, El Victoriano, y Manuel Peña, El Fúnebre. Por cogida del primero tuvo que matar tres toros del hierro de Los Ramírez. No alcanzó el éxito que seguro deseaba en su adiós a la afición, ya que en el primero las opiniones se dividieron, en el segundo se guardó un respetuoso silencio y en el tercero, tras escuchar dos avisos, fue abroncado. Sobre la estrafalaria manera que tiene este espada de entender el toreo, basta decir que revista taurina venezolana A los Toros decía textualmente: <<¿Payaso o fenómeno?>>. En realidad, la era tremendista había pasado ya a la historia.

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