HISTORIA DEL TORERO

MANUEL MONTOYA MURILLO

Publicado el 11 de junio de 2023
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Matador de toros y banderillero nacido en Albacete el 21 de noviembre de 1972. A los siete años, sin antecedentes taurinos familiares, ingresó en la Escuela Taurina de Albacete, que por aquella época estaba dirigida por el matador de toros Curro Fuentes. A pesar de ello, este novillero se ha hecho en las duras aulas de las capeas. Su primer terno de oro lo viste en Alcalá de Júcar (Albacete), el 10 de agosto de 1988, alternando con José María García. Torea ese año alrededor de una decena de festejos y es apoyado desde el año siguiente por los hermanos Martínez Uranga. De su mano llega la presentación con picadores en Lorca (Murcia), el 5 de marzo de 1989. Son compañeros de cartel Espartaco Chico y Julio Aparicio, que dan cuenta de un encierro de la ganadería de Soto de la Fuente. Nuestro biografiado corta una oreja de cada novillo y se ve con esa temporada, entre ellas, una en Murcia, otra en Valladolid y tres en Albacete, plazas todos ellas de segunda. En la importante feria de novilladas de Algemesí (Valencia), el 29 de septiembre, obtiene un rotundo éxito, al cortar cuatro orejas y un rabo a dos ejemplares de don Daniel Ruiz Yagüe que le corresponden, cerrando de esta forma su primera temporada en el escalafón de novilleros. Cambia de apoderado en 1990, confiando su incipiente carrera al taurino hellinero José Valverde. Bajo su dirección torea en catorce ocasiones, destacando su presentación en Barcelona, vestido de grana y oro, el 13 de mayo, con Manolo Porcel y Luis de Pauloba, matando un novillo de don Luis Passanha y otro de los señores Hijos de don Bernardino Giménez Indarte, con los que no está muy seguro con la espada. De nuevo finaliza la campaña con otro importante éxito en Algemesí. Se enfrenta a dos novillos de don Salustiano Galache, cortando una oreja del primero y las dos del segundo. Esta vez sus compañeros son Julián Zamora y el rejoneador Javier Buendía, que lidia una res de los señores Herederos de don Felipe Bartolomé. Este año se reconocen sus méritos y a sus manos llega el V Trofeo José Cerdá Sanmartín al triunfador de la feria. Vestido de rosa y oro, el 19 de marzo de 1991, se presenta en Las Ventas, de Madrid. Es su primer festejo en la temporada y alterna con Jesús Pérez, El Madrileño, y Julián Zamora. Le corresponden en suerte un novillo de doña Caridad Cobaleda Galache y otro de Alicio Tabernero, de Villanueva de Cañedo. Con el primero, Farruco de nombre, herrado con el número 27, negro de capa, un novillo muy serio, que no se emplea, algo violento, Montoya demuestra que está puesto, que sabe el oficio. No consigue redondear su faena, pero el público, a pesar de Pinchar una vez y de dejar una estocada caída, le aplaude cuando dobla el burel. Pocos días después torea por vez primera en Francia, el 1 de abril, en Arlés. Viste también de rosa y oro y esta vez son sus compañeros Manuel Caballero y Chamaco. Los novillos son de don Fernando Domecq Solís. Con el primero, su labor no tiene recompensa física, pero en el segundo, Tremendo de nombre, número 34, sardo de capa, después de una brillante faena, logra cortarle las dos orejas. Al final de la temporada ha sumado veinte novilladas, cinco de ellas en Francia, país en el que ha obtenido un rotundo éxito, el 20 de mayo, en Nimes, al indultar al novillo Peleón, número 16, negro, que pertenece a los señores Herederos de don Salvador Guardiola Domínguez. La temporada de 1992, debido a sus obligaciones militares, ve reducido el número de ajustes, que al final únicamente suman seis, incluidas sus repeticiones, el 21 de febrero, en Nimes, y el 5 de abril en Madrid. En 1993 se viste muy poco de luces. Torea en Istres (Francia), en el mes de mayo, y algunos festivales. Sus relaciones con José Valverde se deterioran y, además en Siles (Jaén), el el 15 de agosto, actuando como director de lidia, sufre la fractura del brazo derecho, perdiendo varias fechas que le había conseguido Abelardo Granada. Al final de la campaña sólo puede añadir a la novillada de Francia otra en su ciudad natal, en la que se resiente de su lesión y solamente puede matar un novillo de Zalduendo. En 1994 solamente se vistió de luces dos tardes para alternar en novilladas picadas y en 1995 lo hizo en una sola ocasión. Toma la alternativa el 21 de agosto de 1996 en San Clemente (Cuenca), de manos de El Molinero, quien, en presencia de El Califa, le cede la muerte del toro Moruno, de la ganadería de El Pizarral, negro zaino, de 530 kilos, herrado con el número 3. El toricantano vistió de rosa y oro en este festejo, que fue una corrida nocturna. Pasa a las filas de los banderilleros para actuar a las órdenes de diversos diestros, entre ellos César Rincón y César Jiménez.

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