HISTORIA DEL TORERO

LUIS MILLÁN SÁNCHEZ (El Teruel)

Publicado el 1 de junio de 2023
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Matador de toros nacido en Teruel el 9 de marzo de 1949, que ciñó su primer traje de luces en una corrida de noveles celebrada en Zaragoza el 1 de septiembre de 1968. Dos temporadas después ya participa en media docena de corridas con caballos y sufre dos cogidas: el 19 de septiembre en Zaragoza,, donde una res de Alfonso y Manuel Lacave le hiere en el maxilar, y el inmediato día 27 en Teruel, donde un astado de la misma divisa le infiere una cornada grave en el muslo izquierdo al intentar colocar un par de banderillas al quiebro. Durante la campaña de 1971, en la que intervino en dieciséis novilladas, es nuevamente herido en Zaragoza, el 15 de octubre, ahora por una res de Lamamié de Clairac, en el mismo muslo y pareja gravedad. El 6 de marzo de 1972 hay que anotar un nuevo percance, el ocurrido en Castellón al veroniquear a su primer enemigo, de Beca Belmonte Hermanos, que le cornea igualmente el muslo izquierdo, pese a lo cual permanece en el ruedo hasta dar muerte a su oponente, del que le llevarían una oreja a la enfermería. Su presentación en el madrileño cosos de Las Ventas tuvo lugar el posterior 25 de julio y constituyó un señalado triunfo del debutante, que cortó un total de tres orejas a los cornúpetas de Flores Albarrán que le correspondieron, de lo que fueron testigos sus compañeros de terna Ángel Llorente y Pedro Castañeda. Cerró el año con veintiún contratos cumplimentados y tras actuar en cuatro festejos menores en 1973 se dispone a tomar la alternativa, para lo que hace el paseíllo en su natal Teruel el 7 de julio entre Francisco Rivera, Paquirri, y Manuel Cortés. La ceremonia no pudo consumarse al resultar herido en la ingle izquierda al lancear a su primer enemigo, de la divisa de Carlos Sánchez Rico. El siguiente 7 de octubre, en la misma capital aragonesa, puede cumplirse el protocolo al cederle Julián García, en presencia de Luis Algara, El Estudiante, la muerte de un toro del mismo Carlos Sánchez Rico de la alternativa frustrada, del que le concederían las dos orejas y el rabo y, más tarde, le valdría el trofeo de la mejor estocada. Pese a tan prometedor comienzo en la máxima categoría taurina, abandona seguidamente la profesión y no vuelve a vestir de seda y oro. Quede constancia, por tanto, del meteórico paso por los ruedos de este espada, muy completo dentro de su categoría, que debió perseverar más tiempo para tratar de conseguir un renombre que nunca alcanzó. Falleció en plena juventud, el 12 de febrero de 1979, en Las Palmas de Gran Canaria. Por expresa disposición del espada, sus restos fueron enterrados en el cementerio valenciano de Bétera, lo que se llevó a cabo el siguiente día 15.

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