
Matador de toros, nacido el 10 de abril de 1962 en Plasencia (Cáceres), hijo de Mirabeño, novillero que también se anunció Terremoto, con los del toro del doctorado. Durante la temporada de 1977 ha comenzado a intervenir en corridas con caballos. El 25 de agosto alternó en Nerva (Huelva) con la torera Mary Fortes y David Silveti en la lidia de tres reses de Soto de la Fuente, dos de Ángel y Juan Antonio San Pedro y una de Miguel Báez, y se anota un brillante triunfo al cortar las dos orejas y el rabo de su primer enemigo. Durante la campaña de 1973 participó en media docena de funciones, entre ellas la novillada de feria de Écija (Sevilla), celebrada el 23 de septiembre, en la que corta una oreja de su primer enemigo, del hierro de Soto de la Fuente, llamado Arriadito, estaba herrado con el número 30 y pesó 551 kilos, ante sus compañeros de terna José Castilla y Pepe Luis Vargas.

Se presenta en el madrileño coso de Las Ventas la tarde del 1 de mayo de 1979, para despachar discretamente ganado del hierro de Soto de la Fuente, en unión de Gallito de Zafra y Fernando Vera, se llamó este Desalojado, negro de pinta, número 28 y pesó 495 kilos. Logra una jornada feliz el 1 de julio en Sevilla –donde siempre contó con generales simpatías–, al cortar una oreja de un novillo y dar una vuelta al ruedo en el restante de su lote, ambos de la vacada de los Hermanos Sampedro, en presencia de Manuel Rodríguez, El Mangui. Intervino en cinco novilladas con caballos ese año y en once en el siguiente de 1980. Agradan sus maneras el 19 de marzo de 1981 en Cáceres, cuando alterna con Franco Cadena y José Cubero, Yiyo, en la lidia de un encierro de la divisa de Las Cañadas en el transcurso de una campaña en que se ciñó el traje de luces en treinta y ocho oportunidades. De entre los triunfos que se anotó en 1982 entresaco el del 15 de agosto en Huelva, con tres orejas de astados de la ganadería de Carmen Borrero; el del día siguiente en Peguerinos, con un botín de otros tres apéndices de reses de la vacad de El Campillo, y el del 16 de septiembre en Hervás, durante una corrida mixta en la que actuó el matador de toros Víctor Manuel Martín y en la que se llevó los máximos trofeos de los dos ejemplares de la divisa de Juan Nieto que formaron su lote. Cerró el año consolidando su posición en las treinta y cinco corridas en que intervino.

A comienzos de la temporada de 1983, el 3 de abril, recibe la alternativa en Sevilla de manos de Manuel Vázquez, al cederle la muerte de un toro del hierro de Núñez y Moreno de Guerra. Actuó como testigo del ceremonial Curro Romero, y el toricantano, sin cortar trofeos, agradó a la concurrencia. El siguiente 12 de agosto, en su patria chica, le entregan sus paisanos una oreja de cada uno de los pupilos de la vacada de Ana Romero que le correspondieron, lo que pudieron atestiguar Luis Francisco Esplá y Vicente Ruiz, El Soro. Más rotundo es el éxito que se apunta el 17 de julio en Prado del Rey, cuando le concedieron cuatro orejas y un rabo de cornúpetas de la divisa de Salvador Guardiola, ante sus compañeros de terna José Luis Parada y Pepín Vega. En Moguer, el 9 de septiembre, gana las dos orejas y el rabo de un elemento de la ganadería de Rocío de la Cámara, delante de Manuel Ruiz, Manili, y José Luis Vargas. Tras torear en España siete corridas marcha a tierras mexicanas, donde triunfa en diversas ocasiones, como el 5 de febrero de 1984 en la localidad de San Julián, de donde se lleva las cuatro orejas y los dos rabos de los toros de la vacada de Cerro Viejo que le correspondieron, cuando competía con el diestro azteca Jorge Gutiérrez. No merece mejor calificación que la de discreto cuando confirma la alternativa en Madrid, el 24 de junio de ese 1984, con Manili y Pepín Jiménez de padrino y testigo, respectivamente, del protocolo. Salieron por los chiqueros cuatro bureles de la divisa de Jiménez Pasquau y dos de la de Martín Peñato, no pudiendo el confirmado llevar a cabo las faenas soñadas. Por el contrario, le sonríe la fortuna el 8 de septiembre en Utrera, al cortar una oreja de cada uno de sus oponentes, del hierro de Salvador Gavira, con Manili y Curro Durán de compañeros en la arena, y el 16 del mismo mes en Ubrique, al obtener dos orejas y un rabo cuando competía con Rafael de Paula. Participó en ruedos españoles en media docena de funciones en 1984 y repite viaje a México en aquella internada, repitiendo sus éxitos de la temporada anterior, como el 16 de diciembre de 1984 en La Barca, donde compitió con Curro Rivera y Mariano Ramos en la lidia de un encierro de la ganadería de San Antonio de Triana, con el positivo resultado de llevarse un apéndice de cada uno de sus oponentes, o el 6 de enero de 1985 en Raltenango, con dos orejas de un astado de la vacada de La bastida, en presencia de Curro Rivera y César Pastor.

Le otorgan las dos orejas de su primer adversario, del hierro de Lorenzo García, el siguiente 1 de junio en Cáceres, en presencia de José Antonio Ruiz, Espartaco, y Yiyo, e idéntico número de galardones el siguiente domingo, día 8, nuevamente en Plasencia, ahora de reses de la divisa de Fermín Bohórquez, delante de José María Dols, Manzanares, y Espartaco. Con nueve contratos cumplimentados dio por finalizada su temporada de 1985 y, con plena justicia, ascienden sus ajustes a veintitrés en 1986, aprovechando la mayor parte de estas oportunidades, como la del 3 de agosto en La Roda, donde le hacen entrega de tres orejas de ejemplares de la vacada de Jiménez Prieto al competir con Dámaso González y José Miguel Arroyo, Joselito, o la del día 9 del mismo mes al inaugurar la plaza de toros de Socuéllamos, en unión de Dámaso González y Antonio José Galán, efemérides en la que le otorgaron cuatro orejas de bureles de Juan Jiménez o, finalmente, la del inmediato día 16 en El Puerto de Santa María, donde alternó con Julio Vega, Marismeño, y Emilio Oliva en la lidia y muerte de elementos de la divisa de Jiménez Prieto, en la que Mora corta tres orejas.

En 1987 intervino en un reducido número de corridas, veintidós en total, de las que dos fueron en suelo francés, fiel a su sello de torero estilista al que le achacan, quizá, falta de arrojo, algo que luego se verá que no es así. Probablemente le falte en esta época continuidad en su toreo, algo que por otra parte debe ganarse él en el ruedo. Este extremeño, que se ha hecho torero a orillas del Guadalquivir, ha comenzado el año en Castellón, sin nada reseñable en la Feria de la Magdalena, y ha intervenido dos tardes en la de Sevilla, los días 24 y 30 de abril, sin que tampoco se produzca el éxito necesario. En la primera tarde, con un toro, el segundo de su lote, de los señores Hijos de don Bernardino Giménez Indarte, da muestras de su gran arte en una faena con altibajos, de pases desmayados, en los que a veces falta la necesaria conjunción con el astado. Necesitaba aquí, en Sevilla, un triunfo, ya que las diferencias de su apoderado con la empresa de Madrid le ha dejado fuera de San Isidro y no vuelve a vestirse de luces hasta el 6 de junio en Plasencia, donde toreará después el 4 de agosto y en donde será declarado triunfador de la feria. Participa en la de Badajoz, el 27 de junio, con Julio Robles y Espartaco, cortando una oreja a su primero, del hierro de El Lanchar, y otra al que cerró plaza, con el pial de El Madrigal, declarándose triunfador de la feria. Torea en Algeciras, el 3 de julio, y ya finalizando el mes, en La Línea de la Concepción, con toros de don Manuel Álvarez Gómez, cuaja el 25 de julio otra gran faena al quinto del festejo, que se arrastra sin las orejas. Comparten cartel con él Ruiz Miguel y Emilio Oliva, que lo acompañan en la salida en hombros, y de nuevo se le conceden varios premios al triunfador de otra feria.

En agosto, en Barcelona, se entrega en una faena a un toro de Toros de El Torero, al que pincha. Con el capote ha toreado de ensueño. Tras intervenir en Dax y Málaga, el último día del mes de agosto hace el paseíllo en la feria de Colmenar Viejo para alternar con Roberto Domínguez y Carlos Aragón Cancela, jugándosela con un toro difícil de don José Ortega Sánchez, al que cortó una oreja. Tanto su toreo de capa como la faena de muleta también son acreedoras de trofeos que la entendida afición colmenareña no duda en otorgarle. Cierra la temporada en Cáceres, el 2 de octubre, después de torear en Mérida Ciempozuelos, Valladolid, dos tardes, y Úbeda, donde cuaja, al menos así lo considera el torero, su mejor faena del año. Apoderado por Manuel Martínez Flamarique, en 1988 sufre personalmente las consecuencias de los rencillas que este mantiene con el empresario de Sevilla y se queda fuera de la feria. Comienza la temporada en Benidorm, el 19 de marzo, y tiene que enderezar su carrera en función de lo que pueda depararle un San Isidro en el que está anunciado en tres tardes, lo que parece una situación privilegiada, fruto de su apoderamiento.

La primera de sus tres comparecencias es el 27 de mayo, con Antoñete y Joselito y toros de Torrealta. La segunda, el 31 siguiente, con José Antonio Campuzano y Ortega Cano, esta vez con toros de los señores Herederos de don Felipe Bartolomé Sanz. Y la tercera con Curro Romero y Curro Vázquez, matando un astado de don Santiago Martín Sánchez y otro de don Antonio Ordóñez Araujo. Seis toros, seis oportunidades, pero se le nota demasiado pendiente de componer la figura, quizá no lo busque, y excepto las palmas en el sexto que mataba, poco más que apuntar. Lógicamente, su temporada queda marcada por este San Isidro, y aunque torea bastante y lo hace en cosos importantes, sobre todo en los que su apoderado tiene interés, la temporada no le sirve para despegar. Solamente cuando esta empieza a declinar, en la feria de Valladolid, da muestras del toreo que es capaz de ejecutar. Hasta entonces ha hecho el paseíllo, entre otras, en las plazas de Toledo, Badajoz, Soria, Mont-de-Marsan, Santander, Bayona, Almería, dos tardes; Bilbao, con Murteira; Albacete, Salamanca y Logroño, donde corta una oreja a un ejemplar de don Joaquín Buendía Peña y en la que le conceden el trofeo al mejor momento artístico y al mejor quite. En la feria mencionada de Valladolid, el 23 de septiembre, se cartela con Ruiz Miguel y el venezolano Morenito de Maracay para matar la corrida de don Victoriano Martín Andrés. Precisamente la espada le priva de un triunfo en el que cerró la tarde, al que hace una faena de ensueño. Terminó la temporada en Zaragoza, el 10 de octubre, dando de nuevo muestras de su arte en la feria de Úbeda. Ha sumado un total de treinta y seis corridas de toros, cuatro de ellas en Francia, y se encuentra como al comienzo del año. Terminada la temporada contrae matrimonio con la hija de Martín Berrocal, su antiguo apoderado, lo que no le impide torear en el invierno seis corridas en Colombia. Descienden sus contratos en 1989, año en que solamente se viste de luces en veinticuatro ocasiones, tres de ellas en Francia.

ha comenzado en Mérida, y su quinto paseíllo lo hace, el 31 de mayo, en Madrid, con José Antonio Campuzano y Víctor Mendes, para dar cuenta de dos ejemplares de los señores Herederos de don Baltasar Ibán Valdés. Solamente pueden destacarse unos muletazos incomparables y su gran técnica, pero es muy poco para alcanzar el puesto para el que indudablemente parece tener condiciones. La otra corrida en la que está anunciado en San Isidro, el 24 de mayo, había sido suspendida. Pero después se suceden los triunfos. En Cáceres, el 3 de junio, salida en hombros después de desorejar a un astado de Peñajara; en Floirac, al día siguiente, son tres las orejas que el presidente, Antonio Chenel, Antoñete que preside el festejo, le concede; en Plasencia, el 11 del mismo mes, con Julio Robles y Espartaco de compañeros, envía al desolladero sin las orejas al sexto toro, que, como el resto, luce la divisa de don José Matías Bernardos. Pero aún continúa los éxitos. En Barcelona, el día 18, corta un apéndice a un Sepúlveda y las dos al sexto con el hierro de Montalvo. En dos tardes actúa en la feria de Badajoz y en la segunda, con Curro Romero y José María Manzanares y el rejoneador Luis Domecq, se arrastra cada toro de su lote con una oreja menos. Una corta el 20 de julio en Mont-de-Marsan y dos en La línea de la Concepción el 22 siguiente. Tres en Marbella y otras tantas en Tudela y Plasencia los días 23 y 29 de julio y 1 de agosto. No se viste de luces hasta el 22 de septiembre, para cortar un rabo a un toro de don Dionisio Rodríguez García, de nombre Garcito, al que premian con la vuelta al ruedo. Es su penúltimo triunfo del año, que termina, taurinamente hablando, en Zaragoza, el 15 de octubre, después de haber toreado en Nimes, Logroño, Madrid, Úbeda y Zafra, donde salió en hombros por última vez el 6 de octubre. Han sido veinticuatro contratos los que ha cumplido, tres de ellos en Francia. Once ajustes más hay que sumar en el invierno colombiano 1989-1990, temporada a la que vuelve como en años anteriores. También torea en Venezuela, debutando en esa nación el 27 de febrero de 1990, en la ciudad de Mérida. Alternó con Roberto Domínguez y Marco Antonio Girón en corrida que prologó el rejoneador venezolano Javier Rodríguez. Los toros fueron de Tierra Blanca y estoqueó en primer lugar al llamado Fabuloso, número 111, de 435 kilos de peso. Fue su única actuación. Indudablemente, los éxitos y la regularidad del año anterior influyen en su campaña de 1990, que finaliza sumando un total de cuarenta corridas, catorce de ellas en Francia. No ha conseguido tantos trofeos como en 1989 por una fractura de escafoides. Una campaña que arranca en Valencia, en la Feria de Fallas, y finaliza en Corella. Tras su actuación el 15 de marzo en Valencia, torea en Arles antes de participar en dos corridas en la feria de Sevilla, a la que este año ha vuelto. Una el 19 de abril, con Roberto Domínguez y Rafael Camino de compañeros, en la que un ganado deslucido de dos hierros no permite el lucimiento de ninguno de los tres. La otra, el 24 del mismo mes, con Julio Robles y Joselito, en la que se mostró muy valiente, muy decidido, pero que no le sirve para triunfar con los toros de los señores Herederos de don José Cebada Gago.

En el mes de mayo torea en Floirac, de donde sale en hombros; Talavera de la Reina, donde corta una oreja, y Nimes, donde repite el trofeo anterior. El mes de junio es menos prolífico en apéndices, aunque hace un total de ocho paseíllos, destacando su actuación en Toledo, el día 14, en la tradicional corrida del Corpus, en la que en conjunto tiene una de sus mejores tardes con un astado de los señores Sayalero y Bandrés y otro de Aldeanueva, a los que envía al desolladero sin una de sus orejas. Han compartido cartel con él Roberto Domínguez y Espartaco. Cinco paseíllos suma en julio y dieciséis en agosto, arrastrando ya la lesión de la muñeca que se le ha producido a consecuencia de una voltereta a principios del verano. Hay que señalar sus tardes en Toledo, otra vez Almería y Dax. Ya en la etapa final de la campaña, en septiembre, sus actuaciones de Talavera de la Reina, el día 22, y Corella, donde, como he dicho, el día 29 tiene que poner fin a la temporada, sobresale de las demás. Ha sido la mejor campaña de su carrera. Como en años anteriores, también torea este año un buen número de corridas en Colombia. Comenzó 1991 para Juan Mora como torero el 10 de marzo, en Valencia, plaza por la que pasó de puntillas, lo mismo que en Sevilla en su tercero y cuarto paseíllos del año, el 10 y 13 de abril. No vuelve a vestirse de luces hasta la Feria de San Isidro, en la que está anunciado los días 14 de mayo y 1 de junio, con toros de los señores Herederos de don José Cebada Gago y Los Bayones. El primer día comparte cartel con Víctor Mendes y Fernando Cámara. Al quinto del festejo, con el hierro citado, un toro castaño muy bien encornado, con fiereza, le cortó una oreja de las que en Madrid, y en muchas plazas, convencen a todos.

Torea en Talavera de la Reina, cortando una oreja a uno de don Antonio Ordóñez. Reapareció el 8 de junio en Plasencia, con toros de La Laguna, saliendo en hombros a favor del paisanaje. Terminó en junio con cinco paseíllos, y en el tercero del mes de julio, el día 24, en la plaza francesa de Mont-de-Marsan, llegó uno de sus triunfos más serios del año, alternando con Niño de la Capea y Jesulín de Ubrique, al cortar las dos orejas del quinto del festejo, un ejemplar del hierro de El Toril. Su primer compromiso de agosto, el 8, es en la Feria de la Virgen Blanca de Vitoria y de nuevo muestra su arrojo y su arte con un toro de la divisa de Peralta. La oreja de Bayona, Bilbao, donde toreó en dos tardes; Almería, Salamanca, las dos de Talavera de la Reina y Corella, plazas que se le dan muy bien, son las notas más destacables de este final de temporada. Ha sumado desde que empezó un total de treinta y cinco corridas de toros, cinco de ellas en Francia. Un año más hace campaña en Colombia. En 1992 no torea en las ferias de Valencia, Sevilla y Madrid, que llevaron los hermanos Lozano, quienes tenían algunas diferencias con su apoderado el 16 de mayo en Talavera de la Reina. Como el propio torero reconoce, faltar a la cita de la Maestranza y de Las ventas supone una enorme dificultad a la hora de remontar la temporada, y aunque se muestra muy regular, ha tocado pelo en veintidós de las veintiséis corridas que ha despachado, esto no es suficiente de cara a colocarse en los puestos cimeros. Solamente hace un paseíllo en plaza de primera, el 26 de julio, en Barcelona, aunque se considere así en feria la de Pamplona, y seis son en plazas de segunda.

Va a torear en Colombia, nación en la que está contratado tres tardes en la feria de Manizales. Juan Mora, consciente de su situación, se convierte en uno de los diestros más relevantes de 1993. <<Lo tenía muy difícil –aseguró el torero al final de la temporada–, y lo he resuelto arrimándome>>. Verdaderamente sí ha sido un año difícil. Ha roto con su apoderado, Manuel Martínez Flamarique, y los hermanos Lozano no han contado con él en Madrid. Ha toreado en Sevilla dos tardes, el 1 y el 3 de mayo, y aunque no ha cortado orejas, se ha aplaudido cuando han doblado sus toros. Dos con el hierro de don José Benítez Cubero y otros dos con el de doña María Luisa Domínguez Pérez de Vargas. En estas corridas, comenta el torero, <<apunté una nueva mentalidad, me arrimé mucho a pesar de la mala suerte en los lotes y di un toque de atención fuerte>>. Bien en Talavera de la Reina, como en años anteriores, en el tercer y último paseíllo de mayo, y como cada año triunfo en Plasencia. También en Badajoz, pero cuando se produce la primera llamada de atención seria es en Pamplona, en su segunda comparecencia, el 9 de julio, con un toro del marqués de Domecq al que corta una oreja. Alterna con Dámaso González y César Rincón y el triunfo en el que cerró plaza. Un toro de impresionante arboladura, gazapón, andarín, que asustó a todos menos a Juan. Por ese camino va a transcurrir su temporada, en la que <<le hace las corridas su padre>> y en la que destacan las faenas de Mont-de-Masan, el 22 de ese mismo mes, con un Buendía; Santander, el siguiente 28, con un Ibán, y sobre todas Bilbao, donde se nuestra sencillamente Heroico el 18 de agosto. Los titulares no dejan lugar a la duda: << Trofeo cotizado en sangre para Juan Mora>> (Aplauso). Ha toreado con Dámaso González y Manuel Caballero y su lote de los señores Herederos de don Baltasar Ibán Valdés es muy peligroso. No pudo lucirse, pero se la jugó ante el quinto, sin importarle los tornillazos ni las tarascadas, entregándose a la hora de matar. En este momento fue corneado. Reaparece el 4 de septiembre y obtiene un rotundo éxito en Medina del Campo con un lote del portugués don Joaquín Manuel Murteira Grave, que no tiene, como es natural, el eco apetecido. Sale en hombros de Valladolid, el 20 de septiembre; de Úbeda, el 3 de octubre, y antes de cerrar la temporada en jaén, hace una faena en Zaragoza, el día 12, de nuevo con trazos heroicos, ante Roberto Bermejo y Joselito. Ocurre en el cuarto Buendía de la corrida. Bravo, encastado, muy serio, con problemas por su condición de toro fiero, acometedor, ante el que se jugó la vida. Al iniciar un muletazo, ya avanzada la faena, el toro lo prendió por el bajo vientre, lo pasó de pitón y lo dejó en el suelo. Maltrecho se levantó y no consintió que lo llevasen a la enfermería.
Ha sumado treinta y dos corridas, cinco de ellas en Francia. En una de sus mejores temporadas, comenta al final de ella que <<muchos pensaban que mi valor estaba dormido, pero este año ha sorprendido>>. Otro año más torea en Colombia, y en Manizales, el 8 de enero, vuelve a ser corneado en la misma región anatómica donde ya tiene otras dos cornadas, pero esto no parece afectarle en su ánimo. Bolerito, de la divisa de La Carolina, ha sido el astado que ha corneado, en zona muy sensible, por tercera vez a Juan Mora. Se da la circunstancia de que la primera cornada en esa zona se la dio otro toro de este hierro. La segunda ha sido la mencionada de Zaragoza de hace unos meses. Su primer paseíllo en 1994 es en Calahorra, y a este le siguen el de Montilla y el de Valencia, el 15 de marzo, acartelado con Manolo Sánchez y Ángel de la Rosa para matar un astado de los señores hermanos Aguirre Fernández Cobaleda y otro, el segundo de su lote, de los Herederos de don Atanasio Fernández Iglesias, al que cortó una oreja. Un año más se queda fuera de la Feria de Abril y después de torear en Badajoz, Mérida, Gerona, Alicante, Tudela de Duero, Dos Hermanas y Talavera de la Reina, el 20 de mayo por fin regresa a la Feria de San Isidro. Es en la séptima corrida y alterna con Fernando Lozano y Jesulín de Ubrique, con un lote de Puerto de San Lorenzo. En el primero se silencia su actuación y en el segundo estuvo valiente. Regresa a Madrid el 7 de junio, después de hacer el paseíllo en Vic-Fezensac, Granada y Ciudad Real, anunciado con Emilio Muñoz y César Rincón para matar los Ibanes. Solo mató el primero de ese hierro, ya que el segundo fue un sustituto de don Victoriano del Río Cortés. En ambos se silencia su trabajo.

Al margen de actuaciones destacadas en varios cosos, su temporada está marcada por Pamplona y Bilbao y tiene su explosión final en Madrid, en la Feria de Otoño, sin desdeñar Albacete, Salamanca y Logroño. En Pamplona está anunciado dos tardes, el 8 y el 12 de julio será en la segunda cuando, el quinto Torrestrella, obtenga el triunfo clamoroso. Alterna con Emilio Muñoz y Chamaco y su faena, con una primera parte más clásica y fiel a su estilo y una segunda buscando el triunfo, fue premiada con las dos oreja. En Bilbao, asimismo contratado dos tardes, también triunfa en la segunda y con astados del hierro de Los Alburejos. Es el 26 de agosto y se acartela con Litri y Jesulín de Ubrique, que tienen que pasar a la enfermería. Por esta razón, Juan tiene que matar cuatro toros y lidiar tres, sumando un total de tres orejas. En Albacete, con un astado de don Antonio Ordóñez y con otro de don Joaquín Buendía Peña, a los que corta una oreja a cada uno, sale en hombros el día 15 de septiembre, y dos días más tarde en Salamanca se arrastra un ejemplar de Zalduendo sin apéndice que se ha llevado el torero, lo mismo que ocurre en Logroño, pero en esta ocasión con un burel del hierro portugués de don João Branco Núncio. El 28 de septiembre, en su cuadragésimo octavo paseíllo de la temporada, actúa en Las ventas de Madrid, en la segunda corrida de la Feria de Otoño. Torea Mano a Mano con Emilio Muñoz, que actúa enfermo en una corrida que se anuncia con cuatro toros de Sepúlveda y dos de Puerto de San Lorenzo. Las orejas que corta en el primero y segundo de su lote, ambos del primero de los hierros citados, le abren la puerta grande de Madrid. Así justificaban el hecho los periódicos de Madrid: <<Juan Mora, todo valor y todo carácter, se va a hombros en Las Ventas>> (Diario 16); <<Buen toreo de Juan Mora, que cortó dos orejas y salió a hombros>> (El Mundo), Lo cierto es que Juan toreó muy bien de capote y con la muleta, y en el toreo pocas cosas se obsequian. Ha sumado cuarenta y nueve festejos, cuatro de ellos en Francia, y con su crédito muy crecido. No puede mantener el número de contratos en 1995. Toreó un total de treinta y siete corridas de toros, de las que cuatro han sido en suelo galo, y no ha respondido a las expectativas del año anterior. No estuvo mal en Castellón y Valencia, faltó a la cita de Sevilla, en Madrid pasó de puntillas y alcanzó un importante triunfo al encerrarse con seis astados de don Victorino Martín Andrés, el 29 de mayo, en Cáceres, a los que cortó seis orejas. Triunfo también en Badajoz y cortó una oreja en Pamplona, otra vez a una Torrestrella.

. Salió en Hombros de La Coruña, el 5 de agosto; de Vitoria, el siguiente día 9, y cortó una oreja en Huesca pero se suceden los paseíllos en cosos poco importantes, si se exceptúa Bayona, hasta la tarde del 19 de septiembre en Valladolid, en la que corta dos orejas a un astado de Gavira. Nada reseñable en la Feria de Otoño, las orejas de Úbeda y Zaragoza y punto final en Jaén, el 21 de octubre. En 1996 hace el paseíllo 25 tardes, cortando 19 orejas. Al año siguiente vuelve a actuar en una veintena de festejos, destacando la tarde del 8 de junio en Bilbao, donde corta una oreja. En la campaña del 98 destaca la gran faena que realiza en la plaza de toros de Huelva que le hace acreedor al trofeo a la mejor faena de la temporada en aquel coso que otorga la Peña Tendido 12 . Ese mismo año destaca también la tarde que protagoniza en Andújar donde corta tres orejas. En 1999 cabe destacar la vuelta al ruedo que da en la Maestranza sevillana el día 16 de abril ante un encierro de Victorino. En Vistalegre se lleva una oreja el 30 de enero. Corta tres orejas y un rabo en El Castillo de las Guardas (Sevilla), el 3 de abril. En la celebración de la Feria de la Salud de Córdoba, el 28 de mayo corta oreja, y resulta cogido: <<Cornada en la región inguinal derecha, de 12 centímetros, con dos trayectorias. Pronóstico grave>>.Hace dos tardes el paseíllo en San Isidro, y la última con toros de Victorino (9 de junio). Termina la temporada habiendo lidiado 46 festejos. En 2000 comienza recibiendo una cornada grande en Manizales. Obtiene el Premio a la mejor faena de la feria de Manizales por su actuación el 8 de enero. Triunfador en la Feria de San Cristóbal (Venezuela). Ya en ruedos españoles, en la plaza de toros de Vistalegre, de Madrid, resulta herido menos grave, el 14 de abril. Comparece en Las Ventas en dos ocasiones, Sevilla, Huesca, Azpeitia, donde corta oreja, Granada; Gijón, o San Sebastián, en cuyo coso ligó una importante faena. Obtiene dos orejas en Cuéllar el 30 de agosto. La siguiente temporada hace el paseíllo en 23 ocasiones, destacando sus actuaciones en Plasencia, Marbella, Antequera, Almazán, Valladolid y Guadalajara. El 19 de octubre resulta herido en Jaén, recibiendo una cornada en el triángulo de Scarpa. En 2002 desciende el número de festejos en los que toma parte y no pisa ese año la arena de la plaza de toros de Las Ventas. Esta campaña destaca su triunfo en la feria de Burgos donde sale en hombros. Al año siguiente actúa sin suerte en el madrileño ciclo de San Isidro cerrando la temporada con 13 actuaciones en las que corta seis orejas. En 2004 solo torea cuatro tardes, destacando su salida en hombros en Plasencia. En las temporadas siguientes sigue descendiendo su número de contratos, anotándole uno en 2006. Torero de grandes cualidades y estética concepción del toreo, acusó en demasía una irregularidad que se mostró palpable en tardes vitales para que su carrera hubiera dado el salto definitivo, además de ser muy castigado por los toros. A pesar de ello, los aficionados siguen conservando en su retina momentos importantes de este buen diestro placentino.

0 comentarios