De este torero nos dicen las viejas crónicas que lo de Tragabuches le venía de su padre, gitano, a quien aplicaron dicho mote por haberse comido en adobo el feto de un pollino, que nació en Arcos de la Frontera (Cádiz) y que desde muy joven se aplicó a las lides taurinas.
En los pocos datos biográficos que de él existen se da cuenta de que tomó la alternativa en Salamanca, de manos de Gaspar Romero, en la misma corrida que éste pereció; pero aclarado como está que el tal Gaspar no fue matador, cae por su base dicha especie.

Huyó a la serranía, se incorporó a la cuadrilla de bandoleros conocida por Los siete niños de Écija y nada más se volvió a saber de él.
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