Matador de toros salmantino. Toma el apodo del pueblo Muñoz (Salamanca), en el que nació. Destacó en el concurso del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo del año 1984, en el que llegó a la fase final. Aquel mismo verano intervino en festejos económicos celebrados en su región natal, como en la localidad de Villamor, donde el 16 de agosto cortó dos orejas. El 6 de junio de 1985 alcanza un rotundo triunfo en Vitigudino al cortar un total de cuatro orejas y un rabo de reses de la vacada de María y Andrés Rodríguez, en presencia de su compañera de cartel Marie Neige. El siguiente 19 de julio pisó el albero de la madrileña plaza de Las Ventas para cortar una oreja de uno de sus enemigos cuando alternó en corrida sin picadores con Pedro Vicente Roldán y Roberto Serrano. Dos apéndices auditivos le entregan el 25 de julio de 1986, en Guijuelo, de un burel del hierro de Caridad Cobaleda, lo que atestiguaron Jorge Castro, Luguillano, y Roberto Serrano. Fue la primera novillada con picadores, y no volvió a vestirse de luces esa temporada para actuar como novillero en festejos con los plazas montadas. Tampoco tiene oportunidad de hacerlo en  1987. Sin embargo, en la siguiente campaña, la de 1988, consigue torear siete novilladas picadas, entre ellas el 10 de abril, la que sería su presentación en la capital de su provincia, Salamanca, para estoquear un encierro de la ganadería de Puerto de San Lorenzo, en compañía de Vicente Pérez y Mario Herrero, que ese día debutaban con picadores. Corta una oreja en el segundo de su lote, lo que seguramente le ayudaría a conseguir el resto de los ajustes y sobre todo su repetición, el 8 de mayo, tarde en la que no puede revalidad su actuación anterior. Con ocho novilladas picadas decide hacerse matador de toros, y antes de que finalice 1988, en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), el 27 de agosto, de tabaco y oro, es investido matador de toros. Paco Alcalde, en presencia de José Nelo, Morenito de Maracay, le cede la muerte del primer astado, que pertenece al hierro de doña Caridad Cobaleda. Se lidian tres de esta ganadería y otros tres de Puerto de San Lorenzo, hierro al que pertenece el segundo de su lote. Como se podía esperar, con tan poca experiencia acumulada, la tarde no fue de éxito. Está mal con la espada en el primero, hasta el punto de escuchar dos avisos, y nada debe reseñarse, al menos en lo positivo, en el que cerró plaza. Pone fin a su primera temporada de matador de toros alternando, el 15 de octubre, en Ávila, con El Fundi y José Luis Bote para lidiar un encierro de Valverde, que se remienda con un toro de doña Pilar Población del Castillo. No torea, al menos en calidad de espada de alternativa, las temporadas de 1989. 1990 y 1991, haciéndolo en una sola ocasión, el 21 de marzo, en la temporada de 1992, en La Fuente de San Esteban. Tampoco se viste de oro en 1993, y en el momento de redactar esta biografía no lo ha hecho en 1994. Quizá a este diestro le faltó comunicación con el tendido. Es un torero de estilo clásico, recio en sus maneras, muy castellano en su forma de sentir el toreo, profundo y auténtico, pero excesivamente frío. Al menos esa fue la impresión que dio en su cortísima carrera de novillero. No se presentó en Madrid.