
Vio la luz en Cenicientos (Madrid) el 5 de marzo de 1930 y se presentó en el madrileño ruedo como matador de novillos el 24 de julio de 1949, matando reses de García de la Peña con Galisteo y Nacional. El 29 de septiembre de 1951 tomó una alternativa inválida en Burdeos, de manos de Aparicio, y el 20 de abril de 1952 se la concedió Antonio Bienvenida de verdad en Madrd con Rafael Ortega de testigo y toros de Arranz. Aunque como novillero demostró maneritas, de matador de toroshalló espinas en el camino, marchó a El Ecuador y Colombia y sus actividades derivaron hacia los negocios de empresario.

La ganadería de El Paraíso, fundada por Jerónimo ha sido distinguida con galardones y muchos de sus toros han sido indultados durante estos 24 años, desde su fundación en 1995.

Los antitaurinos Pimentel Gómez señala que “el toro de lidia está hecho para pelear, es un monumento al toro bovino porque sale a la plaza y fija su pelea en un objeto, en lo que le presenten primero como el capote y va a comérselo, no va por el torero. Su enemigo es el capote y luego la muleta. A mí me indultó Dámaso González un toro en Cali que fue un espectáculo, llegó un momento en que él se abrazó al toro que miraba fijamente la muleta. En Madrid se ven toros que son como niños embistiendo al objeto. Los antitaurinos dicen que se martiriza al toro en la corrida, pero lo cierto es que se martiriza si se mata en el matadero. Estos movimientos nos ha perjudicado mucho y también lo costosa que se volvió la fiesta, ya no es popular porque los toreros subieron los honorarios, aunque los ganaderos están cobrando lo mismo que hace quince años o menos”.

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