
Sus características fueron la valentía y la vergüenza torera; pero estas cualidades no son suficientes para medrar, y menos cuando de toreros de corta talla se trata. Esto, al menos, era lo que ocurría antes. Hoy, con la propaganda desorbitada que impera, es otra cosa.
Tomó la alternativa en Madrid el 8 de septiembre de 1907, de manos de Vicente Pastor, con Rafael el Gallo de testigo y mediante cesión del toro Mediabanda, de Murube. Se fue defendiendo hasta el año 1912: después bajó considerablemente, y el 9 de agosto de 1914, toreando en Cartagena con Lagartijillo-chico y Celita unos bueyes de Félix Gómez, le cogió el segundo de la tarde al entrar a matar después de haberlo levantado el puntillero, y sufrió dos cornadas tan graves, que murió a los pocos minutos.
A beneficio de su viuda e hijos, y bajo los auspicios de Joselito el Gallo, se celebró una corrida en Córdoba el 27 de septiembre de 1916 con feliz resultado económico.
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