Matador de toros que nació en Huelva el 16 de febrero de 1964, desde muy joven comenzó a intervenir en tentaderos de la Baja Andalucía, en especial en los de la ganadería de Miguel Báez, Litri. Da cuenta de su primer becerro en su ciudad natal en 1980 y se presenta en novillada con picadores en el coso de Ibiza, el 10 de julio de 1983, para estoquear ganado de la divisa de Viento verde en unión de Antonio Casielles y Pedro Sánchez. El 30 de julio de 1984 se anota un bonito éxito en Huelva al cortar un apéndice de cada uno de los astados de la vacada de soto de la Fuente que formaron su lote, lo que llevó a cabo en presencia de Salvador Ortega y Lucio Sandín y el posterior 16 de agosto en Valverde del Camino le conceden los máximos trofeos de una res de la misma ganadería, ante el mencionado Sandín y Carlos Mora. Su debut en el coliseo madrileño de Las Ventas se produce el 1 de mayo de 1985, cuando alternó con Aurelio Ramón Álvarez, El Porteño, y Juan Rivera en la lidia de un encierro del hierro de Carmen Espinal de Blázquez, lo que llevó a efecto en forma más que aceptable, ya que fue ovacionado tres la muerte de su primer enemigo, pese a haber escuchado un aviso de la Presidencia, y dar una vuelta al anillo en su segundo oponente.
Un mes después, el 1 de junio, intervino en la novillada de la Oreja de Oro que, organizada por la magnífica revista portuguesa Novo Burladero, se celebró en la localidad lusitana de Alcochete. Fueron sus competidores, en tal oportunidad, Pedro dos Santos y José Luis Gonçalves y se corrieron novillos de la vacada de Cabral Ascencao. Su primera novilladas picada fue el 20 de mayo de 1984 en Murcia, con Manolo Palacios y Antonio Mondéjar de compañeros y novillos de don Luis Frías Piqueras. Había participado en veintitrés festejos en 1984 y en siete en la siguiente campaña, y considerándose ya en sazón recibe la alternativa el 2 de agosto de 1986 en su patria chica, de manos de José María Dolls, Manzanares, con Francisco Ojeda de testigo de la cesión. Se lidiaron toros de la divisa de don Gabriel y el toricantano recorrió el ruedo en el ejemplar que abrió plaza mientras cortaba una oreja del que la cerró. El de la alternativa se llamó Arrumbado, tenía el número 11, era negro y dio un peso de 541 kilos. Cierra esta temporada con tan solo tres actuaciones t dos en la posterior de 1987.
Se encuentra este joven diestro en un momento decisivo para su porvenir torero. Mucho tendrá que esforzarse para lograr situar su nombre en las alturas. En 1988, como lo hiciera en 1987, solamente se viste de luces tres tardes, número que se repite en 1989, todas ellas en Huelva y su provincia, si se exceptúa una aparición en Azuqueca de Henares en 1988. En 1990 cambia el signo pero para empeorar, ya que solamente la tarde del 25 de agosto se viste de luces, y lo hace para alternar en la capital onubense. Su primera actuación vestido de luces, en 1991, es en Madrid, el 23 de junio, para confirmar su doctorado. Es padrino del mismo Luis Reina, quien, en presencia del madrileño José Luis Bote, le cede la muerte del toro Duque, negro de capa, herrado con el número 13, de 530 kilos de peso, con el hierro del señor marqués de Albaserrada. Viste de burdeos y oro y por cogida de su padrino tiene que matar tres astados. <<Con los tres anduvo suelto y conocedor del oficio, pesar de los poco que se viste de luces>> (ABC). Pero su suerte no cambia y cuando finaliza el año, contando la de Madrid, ha participado en cinco corridas de toros. De nuevo tres tardes en 1992, dos de ellas en su Huelva natal, y en 1993, un total de dieciséis, incluida una visita a Francia, la primera, en Villeneuve de Marsan, el 2 de mayo. Pocos días después, el 16 del mismo mes, se encierra con seis toros de distintas ganaderías, en corrida concurso a beneficio del Deportivo Huelva, y obtiene un gran triunfo al cortar cuatro orejas, dos de ellas a un toro de don José Ortega Sánchez, saliendo en hombros del coso. Sale del ámbito provincial y aunque no actúa en cosos de importancia, su nombre comienza a escucharse, ya que cada tarde su afición, su vocación, su profesionalidad le hace entregarse. En estos tres pilares confía el torero para continuar, ya que está convencido de que <<vendrán tiempos mejores>>. Como ocurriera el día de su confirmación , en su segunda corrida de 1994, la que se celebra el 10 de abril en Madrid, tiene que matar tres toros.
Esta vez por cogida de Frascuelo, en tarde en que confirma alternativa Antonio Posada. Del tercero, con el hierro portugués de don Joaquín Manuel Murteira Grave, se lleva una merecida oreja, y su actuación muy digna con los otros tiene como respaldo el respetuoso silencio de la afición madrileña. Su éxito le depara la repetición el 19 de junio, pero en esta ocasión, crucial en su carrera, las cosas no le ruedan bien. Vuelve el 4 de septiembre a Las Ventas como si de un suspendido se tratase, pero con palma y silencio en su lote le papeleta no le abre nuevos horizontes A la hora del recuerdo final ha actuado en trece tardes, dos de ellas en Francia sin que su porvenir se vea muy despejado. No tuvo fortuna en 1995, en la única corrida que toreó lejos de su Huelva natal, la que mató en las Ventas el 27 de agosto, donde no pudo triunfar. El resto de sus actuaciones sumó ocho en total, fueron en localidades de la provincia onubense, y dos de ellas en la capital. Su balance fue positivo, ya que cortó quince orejas, pero su proyección ha quedado relegada a su entorno geográfico.
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