Cuando este diestro sevillano se presentó en Madrid el 19 de marzo de 1958, para estoquear con Enrique Orive y el Trianero reses de Higinio Luis Severino, se desmandó la hipérbole escandalosamente, pues no parecía sino que hubiera aparecido un torero mesiánico. Para luego hacer el ridículo cuantos habían aporreado el parche. Había nacido a la sombra de la Giralda el 26 de agosto de 1938; el ruido que produjo en Madrid le permitió torear en tal año 1958 nada menos que 59 novilladas; con igual brío empezó en 1959, y antes de que se le acabara la cuerda (se le había acabado ya) tomó la alternativa en su ciudad natal el 28 de mayo del último de los citados años, mediante cesión de trastos por parte de Antonio Ordóñez, con Curro Romero de testigo y toros de Tassara. Al confirmarla en Madrid el 18 de junio siguiente, fue padrino Antonio Bienvenida, se lidiaron toros de Barcial y actuó Gregorio Sánchez de segundo espada. Toreó aquel año 29 corridas y no se le volvió a oír.