Matador de toros nacido en Sevilla, en el barrio de Triana. Este diestro pertenece al gran pelotón de los que se <<doctoran>> por alegrar el espíritu y dar gusto a la fantasía, pelotón que, en estos tiempos sobre todo, crece de un modo alarmante, fuera de todo cálculo. No llegó a torear en Madrid como espada, pero sí en Sevilla, en cuya plaza alternó el 9 de junio de 1844. Antonio Conde fue un torero insignificante, y su nombre va asociado al de Manuel Domínguez, porque éste le ayudó lo que pudo. De él se dijo que no tenía de torero <<más que el pelo>>.
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