
Matador de novillos en festejos sin picadores, como el celebrado en Cabra (Córdoba) el 26 de julio de 1962, en el que en unión de Joselito Torres, Pepete y Agustín Díaz lidió un encierro de Ángel Sánchez. La labor de Cunero fue deficiente, especialmente con el estoque, ya que no logró matar a su enemigo tras escuchar los tres avisos reglamentarios. Por si esto fuera poco, tuvo que visitar la enfermería para curarse de ligeras lesiones. Tras tan negativo resultado debió abandonar sus ilusiones toreras.

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